Setenta niños y bebés de una guardería en el municipio de Sabinas, en la región carbonífera, fueron desalojados de emergencia debido a un fuerte olor a gas, pues se temía que hubiera una fuga que pudiera provocar una tragedia.

El director de Protección Civil y jefe del departamento de Bomberos, comandante José Pichardo González, informó a EL UNIVERSAL que este lunes por la mañana hubo dos emergencias que, afortunadamente, no terminaron en tragedia.

Mediante una llamada de auxilio de vecinos de la colonia Centenario, brigadistas de Protección Civil, bomberos, agentes de la policía municipal y paramédicos de la Cruz Roja, cuyos servicios no fueron requeridos, acudieron a la guardería “Smart Kids” en menos de cinco minutos y en un lapso de dos minutos desalojaron a los 70 infantes y 26 adultos.

“En el lugar se percibía un fuerte olor a gas, se creyó que había una fuga, pero después de revisar las instalaciones no se encontró ninguna anomalía, todo estaba perfectamente bien, pero los vecinos nos dijeron que la supuesta fuga se registró en una casa que esta atrás de la estancia infantil”, señalo Pichardo González.

Al acudir al sitio señalado encontraron al señor Catarino Reina Romo quien dijo que se le acabo el gas y le abrió a la válvula para que se saliera lo poco que quedaba porque lo iba a llenar, y eso fue lo que propicio la alerta. Por fortuna el incidente no paso a mayores.

Elementos de Protección Civil, agregó, revisaron todas las instalaciones eléctricas de la guardería y después prendieron los abanicos hasta que el área quedo libre del olor y los niños pudieron ingresar al lugar y continuar con sus actividades. El operativo concluyó a las 11:20 horas.

José Pichardo recalcó que con lo anterior se comprobó la efectividad de los protocolos de seguridad que se desempeñan en ese tipo de instituciones.

Minutos después, a las 11:45 horas, en el departamento de bomberos, añadió el funcionario, se recibió otro reporte donde una persona aseguró que “una casa está quemándose” y dijo que el incendio ocurría en la calle Degollado numero 271, a dos cuadras de la guardería.

“Cuando llegamos el señor José Luis Quintana, de 65 años de dad, señaló tres cilindros de gas pequeños, dos de 25 y uno de 10 kilos, y los dos primeros estaban ardiendo, aunque no explotaron”.

De inmediato se bombardeo con agua y se logró apagar el fuego.

El señor Quintana Samarron, propietario de la vivienda, dijo que fue a llenar uno de los tanques, pero lo dejó cerca del boiler y no se dio cuenta que tenía una fuga y de repente se provocó el flamazo.

Los cilindros estaban en el patio de la casa y después de apagar las llamas con agua se procedió a cambiar las mangueras de plástico por mangueras de metal.

“Lo bueno es que, pese a todo, no paso de un buen susto”, remarco el funcionario municipal.

afcl

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