Los presidentes municipales, diputados y dirigentes del PAN y PRD que tomaron Casa Veracruz, la residencia oficial de los gobernadores, exhibieron un presunto saqueo de las instalaciones.
En transmisiones en vivo por sus cuentas Facebook y al permitir acceso a medios de comunicación, las autoridades de esos dos partidos políticos que serán gobierno a partir del 1 de diciembre, denunciaron un saqueo de muebles, cuadros, joyería y hasta colchones.
Los munícipes, quienes exigen el pago de participaciones federales, revelaron que hasta las pantallas de televisión desaparecieron, así como las obras pictóricas que fueron regaladas por varios artistas, pues sólo quedaron los clavos en las paredes de las salas de juntas y de las habitaciones.
En un espacio aledaño queda la madera que sostenía a cientos de vinos que también desaparecieron; la cava del ex mandatario estaba constituida por cientos de botellas de las cuales sólo queda el polvo.
En el comedor aún es posible observar la vajilla “oficial”, con el escudo de Veracruz en porcelana blanca y acompañada de cubiertos de plata y finas copas de cristal; también cuelgan del techo los magníficos candelabros.
En un anexo de Casa Veracruz se encuentra una sala de cine habilitada con la más moderna tecnología de sonido, una pantalla grande, butacas cómodas y hasta una máquina de palomitas que dejaron olvidada. La cabina de proyección y los baños, son parte de la estructura.
Mientras los alcaldes esperan dentro del recinto, sus huestes aguantan el frío en las banquetas, se juntan debajo de una carpa blanca instalada como comedor, en donde han llegado tacos de barbacoa y se encendió un comal para calentar tortillas a mano.
La espera por los 2 mil 300 millones de pesos que les deben a los Ayuntamientos panistas y perredistas es larga, y la esperanza de que aparezca el gobernador interino Flavino Ríos Alvarado se desnavece al saber de su intención de "gobernar" desde su domicilio particular.
cg