En la parte baja de la montaña más alta de México, un alpinista de bronce de tres metros de altura mira al horizonte, hacia el Citlaltepetl… y le acompañan decenas de hombres y mujeres de carne y hueso que han logrado llegar al techo del país.
Durante el inicio de la Convivencia Alpina “José María Morelos y Pavón”, que lleva 39 años reuniendo a cientos de deportistas, las autoridades municipales decidieron rendir tributo a aquellos que se atreven a adentrarse al silencio del Pico de Orizaba.
Lo hicieron develando una estatua de una tonelada de peso, la primera en México que reconoce el alpinismo y la forma de vida de miles de personas.
“Creo que es un alpinista que está en solitario, pero al mismo tiempo está representando a todos los montañistas en México”, dijo Carlos Carsolio, considerado uno de los mejores montañistas de la historia y quien ocupó al Citlaltepetl como parte de su entrenamiento que lo llevó a la cima del alpinismo mundial.
Como invitado de honor, enalteció que la figura fuera colocada -a iniciativa del municipio de Ciudad Serdán- en las faldas del Citlaltepetl, el mirador de México.
“Es un simbolo de esfuerzo, de ascenso, de cima y todo eso se relaciona con la escultura”, expresó.
La concentración de casi 600 personas que aman desafiar el frío, el silencio y la soledad, fue la excusa perfecta para reconocerles con una parte del proyecto que el municipio de Ciudad Serdán impulsa y que incluye un museo y una sala al alpinismo.
“Es es algo simbolico, porque es la entrada a la Montaña y ademas es en honor al deporte del alpinista”, explicó el alcalde de Ciudad Serdán, Juan Navarro Rodríguez, impulsor del proyecto.
Se trata, recordó, de un deporte tan solitario en el volcán y que sin embargo reunió a decenas de alpinistas apara la concentración deportiva y la develación de su propio cuerpo.
La convivencia inició hace 39 años a inciativa del Club Alpino Mexicano en el Volcán Popocatepetl, pero con la enorme erupción que sufrió en 1996 debió cambiarse de sede.
Y que mejor lugar que el Citlatepetl, cuyo nombre indígena significa “Montaña de la estrella” o “Cerro de la Estrella”, la cual desde hace 20 años recibe a decenas de personas que buscan escalarlo y otros llegar tan sólo llegar al Valle del Encuentro a tres mil 900 metros sobre el nivel del mar, el inicio de la travesía.
Lo que empezó con 80 y 150 asistentes, hoy llegó a casi 600 de distintas partes de México y del extranjero que se reunen sólo para convivir.
El presidente del Club Alpino Mexicano en Ciudad Serdan, Hilario Aguilar, explica que los más experimentados saldrán a la una de la mañana de este domingo hacia el crater del Pico de Orizaba; mientras que aquellos que sólo quieren disfrutar caminarán a las seis de la mañana rumbo al volcán contiguo Sierra Negra, a 4 mil 621 metros sobre el nivel del mar.
“Este evento se hizo para que gente con experiencia suba al Citlatepetl y los que no tienen experiencia hacen el volcán Sierra Negra”, detalló.
El ingrediente especial, dice, es la estatua que rinde homenaje a los que aman la montaña.
La estatua de tres metros de altura y un peso de una tonelada en honor a los “Alpinistas”, fue colocada en su pedestal en el acceso principal del municipio de Ciudad Serdan.
El autor de la estatua, el escultor poblano Bernardo Luis López Artasánchez, aseguró que se buscó caracterizar al más minimo detalle a los alpinistas que arriesgan la vida.
pmba