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Zacatecas.— Una mujer muerta, un hombre en la cárcel, una recién nacida huérfana y una familia devastada es el saldo de una discusión familiar que terminó en tragedia, luego de que Gabriel roció de combustible a su hermana Claudia La China (con un embarazo avanzado) y le prendió fuego.

“La China” era una joven de 25 años de edad, una mujer soltera que ansiaba con gran valentía la hora de convertirse en padre y madre de una niña que se llamará Ximena, nombre que ella había escogido para su hija. Incluso, en los últimos mensajes de sus redes sociales anunciaba que estaba preparada para recibirla y hasta le había comprado su primera ropita.

La familia de La China vive en la colonia La Toma de Zacatecas, ubicada en el municipio de Guadalupe. Justo esa zona vive en una dualidad, ya que en una parte del cerro se asienta la pobreza y marginación, donde aún hay decenas de casas de cartón y lámina. En el otro lado, se han construido las nuevas zonas residenciales. Sólo un bulevar y unas bardas los dividen.

Claudia, Gabriel y otra hermana, vivían con sus padres. A La China sólo le faltaba un mes para dar luz, pero, la tarde del jueves algo ocurrió en el seno familiar y enfureció a Gabriel.

No hay una versión precisa de los hechos; unos dicen que Gabriel andaba drogado y discutió con Claudia, otros, que amenazó con quemar la casa y que La China trató de impedirlo. Lo cierto es que roció con combustible a Claudia, le prendió fuego y se dio a la fuga.

Un par de horas más tarde Gabriel fue detenido, mientras, La China era atendida por dos equipos médicos del Hospital General y del Hospital de la Mujer. Tenía quemaduras de tercer y segundo grado en 80% de su cuerpo y se pretendía salvar al producto.

A las 23:30 horas del jueves le praticaron una cesárea y fue enviada a un hospital de San Luis Potosí, para ser tratada de las quemaduras, pero, no logró sobrevivir.

Carlos Quevedo Sánchéz, director del Hospital de la Mujer, precisa que la bebé —de 33 semanas de gestación— depende de ventilación artificial y debe permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN).

La niña pesa 1.550 kilos y sólo podrá ser dada de alta hasta que todo su organismo funcione y gane peso.

El otro sufrimiento. Los vecinos, familiares y amigos no se animan a dar una versión de lo ocurrido. Sólo se unen a la pena de la familia, quienes la pobreza ahondó el viacrucis, pues no tenían dinero para trasladar el cuerpo de San Luis Potosí a Zacatecas y anduvieron tocando puertas.

Finalmente se logró traer el cuerpo de La China a Zacatecas para darle el último adiós. Ahora ya descansa en paz y, pese a todo, la familia ve en la niña una esperanza de alegría.

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