En al menos ocho entidades del país, y en el marco del día del médico, integrantes del sector salud se manifestaron en contra de la reforma que busca universalizar los servicios, así como los recortes presupuestales y la inseguridad que sufre el gremio.
En la Ciudad de México, más de 100 personas marcharon del Ángel de la Independencia al Zócalo, donde realizaron un mitin en el que dijeron no estar en contra de una universalización, sino de las propuestas del presidente Enrique Peña Nieto, pues no hay suficiente personal ni medios para brindar la atención necesaria.
Exigieron una mesa de trabajo entre trabajadores a nivel nacional y las autoridades centrales del IMSS,
ISSSTE y la Secretaría de Salud para discutir y analizar las debilidades del sector y construir un proyecto.
En Oaxaca, alrededor de 100 integrantes del Frente Oaxaqueño en Defensa de la Salud denunciaron el abandono del sector, así como la pretensión de reducir el presupuesto para 2017. Acusaron que en la entidad hay un quebranto de al menos 4 mil millones de pesos en los servicios de salud y aún no hay responsables.
En Monterrey, Nuevo León, unas 3OO personas realizaron una marcha por el centro de la ciudad. Francisco Sepúlveda, uno de los organizadores, dijo que exigen mesas de diálogo con la Secretaría de Salud para discutir la reforma, “que ya está aprobada; pero ha dejado muchas dudas”.
Comentó que con el cambio se vuelve universal el sistema de salud; pero para 2017 “se les están quitando 14 mil millones de pesos”.
En Jalisco aproximadamente 130 doctores marcharon desde La Minerva a la Plaza de Armas para exigir que se dé marcha atrás a la reforma federal. También pidieron mayor seguridad para los practicantes enviados a algunos municipios del estado donde se han reportado extorsiones.
En Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, acusaron que la intención del gobierno federal es privatizar los servicios. Además, señalaron que las carencias han ocasionado que se les responsabilice de las complicaciones que sufren los pacientes, cuando la causa real es la falta de insumos.
En la ciudades de Xalapa, Córdoba y Coatzacoalcos, en Veracruz, trabajadores del IMSS, ISSSTE, Pemex protestaron por las reformas y los recortes a diversos institutos públicos.
En Puebla, un reducido número de participantes se movilizaron en el Zócalo para pedir un alto a la criminalización de la práctica médica. Demandaron parar la privatización del sector y asignar mayores recursos.
En Guerrero se vivió una situación similar, ya que en Acapulco y Atoyac los doctores pidieron garantías de seguridad para ejercer su actividad y para denunciar el acecho de la delincuencia organizada a este sector; en Chilpancingo protestaron frente al ISSSTE. Todos exigieron la cancelación de la ley federal de Salud, la cual consideran “injusta”.
Denuncian violencia. De los más de 10 mil médicos y doctoras con los que cuenta Guerrero, 7 mil 500 de ellos, es decir 75%, han sido víctimas de extorsiones, secuestros y asesinatos por parte del crimen organizado que opera principalmente en Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Filo Mayor y la Costa Grande.
El presidente de la Federación de Colegios Médicos de Guerrero, José María Morelos Martínez, dio a conocer que a la fecha han sido asesinados siete médicos.
Con información de Perla Miranda, Ismael García, David Carrizales, Raúl Torres, Óscar Gutiérrez, Égar Ávila, Vania Pigeonutt, y Juan Cervantes