Al acudir a la presentación de un libro que habla sobre su vida, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, "El Bronco", confesó que cuando era niño se robaba los Gansitos, los napolitanos y muchas otras cosas, de la tienda de los papás de un amigo, y que una ocasión, por no acarrear agua para el uso doméstico, se escondió en la copa de un árbol, y al quedarse dormido se cayó, enterrándose en el estómago el pico de una rama.
"El Bronco" también relató que al llegar al evento, una persona le preguntó cuál es el último libro que ha leído, y le contestó que sigue siendo el mismo “Libro Vaquero” que citó durante una entrevista cuando era candidato por la gubernatura.
Afirmó que “El Bronco: La Historia de una Nueva Independencia” será el siguiente libro que va a leer, porque es la obra que habla sobre su vida, escrita por su amigo, el periodista Rubén Darío Bernal, quien fue su jefe de prensa cuando encabezó la Confederación Nacional Campesina (CNC) en el estado, y además es su paisano de Galeana.
Al evento, dentro de la 29 Feria Internacional del Libro del Tecnológico de Monterrey –donde por primera vez se cobró la entrada: 20 pesos por persona-, Jaime Rodríguez acudió enfundado en su traje de campaña: con chaleco, botas y pantalón de mezclilla.
Fue "El Bronco", y no el autor del libro, quien estuvo autografiando la obra a los cientos de asistentes que hicieron fila para tal propósito.
Al evento asistieron el general Cuauhtémoc Antúnez, Secretario de Seguridad Pública; el Procurador, Roberto Flores; la Secretaría de Educación, Esthela Gutiérrez; el titular de Salud, Manuel de la O Cavazos; el secretario de Infraestructura, Humberto Torres Padilla; y la secretaria de Desarrollo Social, Natalia Berrún, entre otros miembros del gabinete.
Comentaron el trabajo de Rubén Darío Bernal los periodistas Francisco Zúñiga, José Luis Portugal y Santiago González, quienes expresaron que se trata de una gran obra que debe estar en todas las bibliotecas del estado.
"El Bronco" empezó por agradecer a todos los presentes, entre ellos a la alcaldesa de Galeana, “que también vino para apoyar a Rubén”, y dijo sentir una satisfacción enorme porque así sus hijos puedan leer parte de la historia que no conocen.
"Cuando Rubén me comentó sobre el libro, me insistió mucho. No me agrada mucho que se escriba sobre mí, porque de repente me entra la nostalgia, el sentimiento y muchas historias se van guardando para uno mismo, no para el conocimiento de la gente, pero ya entendí que soy un hombre público", dijo Rodríguez Calderón.
Agregó que conoce a Rubén Darío desde niño. “Su papá y su mamá siempre tuvieron una tienda, entonces yo agarraba y me carranceaba (robaba) napolitanos, gansitos y muchas cosas. Sus papás me lo permitían porque finalmente (éramos) amigos, ahí dormí muchas veces en su casa”.
El gobernador contó que, cuando eran jóvenes, se fueron a la cabecera municipal de Galeana en un carro de su hermano Omar, y como no traía frenos se fueron a estrellar debajo de un camión, y los llevaron heridos al hospital de La Carlota de Montemorelos. “Ahí estuvimos un tiempo y nos escapamos, espero que no esté aquí el director del hospital, nos fuimos porque no tuvimos dinero”. Todas esas anécdotas, dijo, “a mí me hicieron fuerte, un hombre de carácter”.
Agregó “yo siempre he sido un hombre que deja funcionar el corazón, el razonamiento te detiene, no haces las cosas porque las estás piense y piense, siempre estás cuidando el qué dirán. Hay que hacer las cosas tal cual, vivirlas hoy".
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