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El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, advirtió que tras el fallo que ordena la restitución de las alcaldesas de Oxchuc y Chenahló, María Gloria Sánchez y Rosa Pérez, respectivamente, "hay peligro de que, si llegan al edificio de la alcaldía, haya revueltas de nuevo".
Y aunque es un asunto meramente político y legal, afecta la estabilidad de estos pueblos, "pone en riesgo la paz social y peligra la seguridad de muchas vidas", reiteró el prelado.
Pese a que existe una resolución jurisdiccional, Arizmendi Esquivel dijo que resulta "muy difícil que estos pueblos permitan a estas dos damas tomar posesión de su cargo y presidir los respectivos Ayuntamientos en su propia sede".
Ante esta situación, es donde debe prevalecer "el amor de ellas por su pueblo, la búsqueda suprema de la paz entre sus comunidades, su propia seguridad y tranquilidad, el progreso armónico de sus municipios".
Más aún, precisó, no debería prevalecer la ambición de poder y de dinero, mucho menos "la prepotencia y la alianza con fuerzas oscuras desestabilizadoras"; como mujeres, son dignas de todo respeto y no han de ser discriminadas, sostuvo.
En el documento "Oxhuc y Chenalhó", el obispo chiapaneco expuso que si bien las elecciones de María Gloria y Rosa fueron legales nominalmente, "nadie desconoce que hubo mucho manejo de dinero, muchas dádivas para atraer al electorado, muchos compromisos no fáciles de cumplir, y cierta ruptura con los usos y costumbres de estas comunidades"
Por ello, subrayó, las inconformidades no se hicieron esperar, lamentablemente no en forma pacífica, sino violenta.
Abundó que la Iglesia en reiteradas ocasiones ha defendido los sistemas indígenas para elegir a sus propias autoridades, que no se basan en propagandas que alguien hace de sí mismo, "ni en dádivas o en compra de votos", sino en la confianza que un pueblo tiene a alguien que ha demostrado su capacidad y su servicio por años.
Sin embargo, abundó, el sistema de partidos "ha contaminado" a los pueblos indígenas y "los ha dividido". La elección ya no es por consenso mayoritario, sino por el conteo y la manipulación de los votos,expuso.
Planteó que los diputados locales deberían elaborar leyes que permitan elecciones por usos y costumbres, "como ocurre" hace años en la mayoría de los municipios de Oaxaca.
"Nunca faltan los pecados" también en este sistema, pero está menos corrompido y habría que rescatar esta forma de hacer política electoral, argumentó.
Felipe Arizmendi exhortó a las autoridades estatales a seguir buscando caminos para que el tema Oxchuc y Chenalhò se resuelva pacíficamente, “en mucho diálogo con ambas mujeres y con quienes ejercen los cargos que, según la ley, a ellas corresponden".
Los acuerdos son el puente y el camino de la paz. Que triunfen no sólo la ley, sino la paz, la verdad, la justicia y la unidad, puntualizó.
afcl