Al pie de la carretera que conduce de Xicotepec, Puebla, a Poza Rica, Veracruz, tres mujeres preparan tortillas y guisados para vender a los empleados de la compañía petrolera Weatherford, pero las cosas han ido tan mal que piensan en cerrar su pequeño negocio; lo que escuchan de los trabajadores de overol rojo que se sientan en las dos mesas de madera que tiene el modesto local les reafirma la idea de que la crisis por la que pasa esta región —hasta hace unos años boyante— no se solucionará pronto.
“¿Le tengo que decir mi nombre? Mejor póngale ahí que es la cocina de Pepe el Toro”, ríe una de las dos mientras presiona una tortilla sobre el comal para obligarla a inflarse. “Aquí no’más los oímos hablar de los despidos, que viene otro recorte… ya muchos no vienen, mejor traen ‘lonche’ para no gastar y si acaso vienen por tortillas”.
Ezequiel porta el uniforme de la compañía y acaba de levantarse de una de las mesas. Quiere hablar, pero duda un poco: “En un año se fueron de mil 500 a 2 mil personas, sólo quedamos como 15% con los recortes y se habla de que viene otro; en mi unidad eramos como 50 y quedamos nueve, dicen que no sobrevive el más fuerte, sino el que se adapta”.
Afuera del local señala hacia el inmenso terreno que está detrás, lleno de aparatos y estructuras para perforar pozos y extraer petróleo: “Toda esa maquinaria es nueva y está parada”, dice e inicia el recorrido de tierra y sol desde la carretera hasta la entrada de la empresa.
Sobre la misma carretera, los patios de otras compañías tienen algo en común: maquinaria parada y mínimo movimiento de personal. El trabajo petrolero está prácticamente detenido.
Desde la puerta de la pequeña cocina, otra de las mujeres se decide a explicar la debacle: “La gente se va a buscar trabajo a Monterrey, a Sonora o a Chihuahua, yo creo que ya hay más mujeres solteras que casadas porque los maridos no consiguen trabajo; antes Poza Rica era fuente de empleo, podías trabajar en el comedor de alguna compañía, servir hasta 200 comidas al día y ganar de mil 800 a 2 mil 500 por semana, pero ahora no costea ir para allá por un sueldo de cuando mucho mil pesos a la semana”.
La ciudad que emergió del crudo
Dice la historia que el irlandés Adolfo Autrey fue quien descubrió en 1898 los veneros de petróleo en la zona de Poza Rica y lo refinaba en Papantla para venderlo como queroseno. Después, en 1902, llegó la compañía inglesa Oil Fields a perforar e iniciar la extracción industrial del petróleo. Los albores de Poza Rica como ciudad se remontan a un campamento petrolero colocado por la compañía El Águila a finales de 1932, a un costado de las vías del tren.
Leonardo Zaleta Juárez, cronista de Poza Rica, asegura que la región creció tanto que el 20 de noviembre de 1951 se convierte en municipio libre y desde entonces la política y los petroleros están vinculados, pues si no era a través de Pemex, no se hacía ninguna obra. Asegura que no hay en el país un sitio donde se celebre el 18 de marzo —día que conmemora la expropiación petrolera— como en esta ciudad, donde dos desfiles consumen ocho horas del día con la exhibición de carros alegóricos y la presentación de la Reina del Petróleo. Todo transcurre como si fuera la fiesta patronal de un pueblo.
El origen de la caída
Fernando El Pulpo Remes fue un destacado parador en corto de Los Tigres capitalinos y Los Venados de Mazatlán, quien el retirarse como jugador de béisbol decidió hacer empresa en Poza Rica como autotransportista especializado en movimiento de ganado; hoy es delegado en Veracruz de la Confederación de Transportistas Mexicano (Conatram) y encuentra el origen de la actual crisis en el hasta ahora fallido proyecto Aceite Terciario del Golfo (ATG).
El documento Aceite Terciario del Golfo, Primera Revisión y Recomendaciones, presentado en abril de 2010 por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), señala: “Desde 1978 se sabe que Chicontepec consiste en un amplio recurso geológico continuo de hidrocarburos que constituye una de las mayores acumulaciones en América; sin embargo, dadas sus complejas características geológicas, su explotación rentable puede ser difícil y costosa. Es así que Chicontepec, y su sucesor, el proyecto Aceite Terciario del Golfo (ATG), a pesar de haber iniciado actividades en 1952, hoy se encuentra en una etapa de inicio de producción, aún incipiente”.
Para Remes tres son los factores que agravan esta crisis: el bajísimo precio del barril de petróleo mexicano (30 dólares en promedio en lo que va de 2016), una mala administración de los 12 años de excedentes petroleros y la devaluación del peso frente al dólar.
En su análisis de flujo de dinero respecto al proyecto ATG, el documento de la CNH establece el precio del barril de petróleo a 50 dólares y el tipo de cambio a 13 pesos por dólar; según sus estimaciones, en 2016 el proyecto podría recuperar la inversión.
“El problema es que nos dijeron que el proyecto daría 20 o 30 años de trabajo y se perforarían 2 mil pozos petroleros para sacar el petróleo de ATG, pero no perforaron ni 500; a cambio, nos exigieron tener unidades nuevas a los transportistas para todo lo que se ocupaba, nos dijeron que debían ser nuevas o con menos de cinco años de antigüedad y cada camión de esos puede costar hasta 2 millones de pesos (…). Nos entusiasmamos, nadie nos puso un arma para invertir porque creíamos que el futuro sería próspero, pero hoy ves corralones llenos de camiones echándose a perder, operadores especializados que no tienen empleo”, señala.
Además de las empresas perforadoras , en los últimos dos años cerraron las plantas de azufre, etileno y la de polietileno, por lo que los transportistas prácticamente dejaron de circular.
Deudas y más deudas
Justino Primo Rodríguez trabajó como transportista durante 30 años, tiene 20 camiones —ninguno en circulación— y una deuda de más de 2 millones de pesos. Planea venderlo todo. Ahora sobrevive con un pequeño negocio de purificación de agua.
Rodrigo Maldonado está en una situación similar. De los 20 camiones que tenía, ha vendido 14 para pagar los créditos que adquirió para modernizar su flota; aún debe 4 millones de pesos y los pagos se acumulan; de los 40 empleados que tenía, sólo 10 continúan con él.
Algo similar ocurrió con la industria de la construcción, señala el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en la zona norte de Veracruz, Miguel Ángel Elizalde Martínez: “Al menos unas 12 mil 500 familias dependen de esta industria. Si hablamos de pérdida de empleos, ha sido una cascada. Hay muchas empresas con deudas. Hay algunas empresas que no han cobrado desde hace un año o dos; hay varias empresas trasnacionales que adeudan mucho dinero a empresas locales, son deudas de alrededor de mil 800 millones de pesos.
Zona de confort
Datos del IMSS indican que durante el último año se perdieron 10 mil empleos en la zona conurbada de Poza Rica. Sergio Hernández Rivera, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación en la ciudad, considera que es la consecuencia de que más de 80% de los empresarios de confiaron y no tuvieron la visión para no depender sólo del petróleo e iniciar procesos de diversificación.
Un ejemplo se encuentra en el sector turístico, considera Reynaldo Quirarte, de la asociación Veracruz es el Turismo, quien advierte que durante los últimos 50 años la derrama económica de Poza Rica provenía del petróleo, lo que generó una zona de confort que no permitió ver los riesgos de depender sólo de ese sector.
“Poza Rica es la ciudad de Veracruz con más hoteles por kilómetro cuadrado; vivían de la derrama de empresas como Pemex, Heliburtor o Schlumberger que llegaban y pagaban por adelantado seis o siete meses y a muy buen costo. Había hoteles de cadena a nivel internacional cuya mejor plaza era Poza Rica, pero al caer los precios hace un año las ventas de los cuartos de hotel también caen en picada y de tener 60% o 70% de ocupación permanente, ahora se trabaja con ocupaciones de máximo 30%”.
El 30 de abril el gobernador Javier Duarte anunció en Poza Rica el regreso de todo el centro de Pemex Zona Norte, lo que, según él, generaría una inversión de más de 20 mil millones de pesos para la región. Hasta ahora no hay nuevas noticias al respecto.
Pese al anuncio del regreso de Pemex, para muchos en esta región no hay certidumbre de que el petróleo vuelva a ser motor de la economía, por ello han decidido construir nuevos derroteros; uno de ellos es un ambicioso proyecto turístico regional llamado Mundo Totonacapan.
Édgar de León Silva, vicepresidente de Turimso de la Cámara de Comercio y Turismo de Poza Rica, afirma que más que un proyecto es una estrategia para poder “despetrolizar” la economía de la zona norte del estado.
“Están los pueblos mágicos de Papantla y Zozocolco y un destino de playa en el municipio de Cazones; en Tihuatlán hay un cristo redentor creado por el artista Teodoro Cano —discípulo de Diego Rivera— que mide un poco más que el de Corcovado, en Brasil (…). Lo que ha sucedido con el petróleo nos ha enseñado que debemos despetrolizar la economía”, concluye.