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Que el EZLN y el Congreso Nacional Indígena (CNI) decidan participar con una candidata indígena para el proceso electoral de 2018 es un giro histórico, digno de ser resaltado, porque marca un camino legal e institucional para luchar por un cambio de rumbo.
El obispo Felipe Arizmendi, en conferencia de prensa, dijo que “ya no es la lucha armada ni sólo desahogos verbales y viscerales, sino una propuesta digna de ser tomada en cuenta”.
Agregó que la sola crítica al sistema y a los partidos no son suficientes “para lograr un cambio”, en el país.
Por ello es importante aportar alternativas “que tengan sustento en una capacidad de cambiar muchas cosas con el apoyo electoral de quienes están inconformes y quieren otro rumbo en la economía y en la política”.
En su homilía dominical titulada “EZLN y CNI optan por la vía electora”l, aseguró que celebra “con aprecio” que estas organizaciones “hayan optado por convertirse en una alternativa pacífica y legal, desde abajo y desde la izquierda, como dicen, para cambiar este país”. Consideró que “hay otras alternativas para que cada quien apoye la que le parezca más conveniente”.
Recordó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia optaron hace unas semanas por contribuir al cambio del país, desde la política y “no más desde los fusiles”.
A su vez, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), “la otra guerrilla histórica de Colombia, ha anunciado el inicio de conversaciones en el mismo sentido”.
En México hay otras alternativas y opciones, “también de los partidos y de la sociedad civil, para que cada quien apoye la que le parezca más conveniente”, subrayó el obispo.