El huracán Newton castigaba el martes con intensos vientos y lluvias torrenciales a la península de Baja California, donde tocó tierra esta mañana, mientras asustados turistas de la exclusiva zona turística de Los Cabos esperaban para poder partir.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos dijo que Newton tocó tierra como un ciclón de categoría 1, con vientos máximos de 150 kilómetros por hora (kph), y que se desplazaba rápidamente a 28 kph, con lo cual abandonaría la península en unas cinco horas para dirigirse al estado de Sonora, también en territorio mexicano.
"Se espera un debilitamiento gradual para las próximas 24 horas. Sin embargo, Newton sería aún huracán cuando toque tierra por segunda vez a lo largo de la costa noreste de México el miércoles por la mañana", dijo el centro en un reporte.
En el municipio de Los Cabos se ubican Cabo San Lucas y San José del Cabo, dos centros turísticos muy visitados, principalmente por estadounidenses.
Una funcionaria de Protección Civil dijo que tras la entrada del huracán no se tenían reportes de víctimas ni daños materiales de importancia, pero que no había energía eléctrica ni funcionaban los teléfonos celulares.
En un hotel de San José del Cabo, una pareja durmió en el lobby en unos camastros por el miedo que sintieron en su habitación, ubicada en el último de los cinco pisos del edificio.
"Se movía la pieza (la habitación), haga de cuenta como si fuera un temblor (sismo) de 6 grados", dijo Reina Torres, una jubilada de 56 años que vive en Canadá y esperaba junto con su esposo poder regresar a su hogar cuando los vuelos se normalizaran.
El aeropuerto y los puertos sector estaban cerrados, mientras que las clases fueron suspendidas.
Pobladores de las zonas costeras acudieron a los cerca de 56 albergues habilitados por autoridades de Protección Civil del estado.
El director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Roberto Ramírez de la Parra, dijo que una preocupación es el gran tamaño del huracán y la cantidad de agua que descargará en pocas horas, aunque esperaba que se disipara pronto.