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Juchitán.— “¿Que si voy de compras a Juchitán? No, gracias. ¡Ahí matan gratis!”, es la expresión más usada entre los habitantes de los pueblos vecinos que durante muchos años hicieron de esta ciudad zapoteca el centro comercial del Istmo de Tehuantepec.
“La gente tiene miedo, mucho miedo y por ese temor han dejado de venir a nuestra ciudad y el comercio resiente esa ausencia. Por la inseguridad, las ventas han caído”, admitió el dirigente local de la Cámara de Comercio (Canaco), Juan Gilberto Prado.
Tras el asesinato cometido en agravio del líder perredista, Rolando Vásquez Castillejos, el pasado martes 16 de agosto, el fiscal general de Oaxaca, Joaquín Carrillo Ruiz, destacó que esta ciudad ocupa el primer lugar en homicidios en la entidad oaxaqueña.
Según las estadísticas de la Comisaría de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, de enero de 2014 al 18 de agosto de este año, en la ciudad se han registrado 147 homicidios. “Un promedio de ocho asesinatos por mes”, reconoció el comisario Martín Albino Mendoza Aquino.
Con unos 75 mil habitantes, según el censo 2010 del Inegi, esta ciudad zapoteca dejó de llamarse Juchitán de las Flores y fue rebautizada como Juchitán de las Balas. Entre los 147 homicidios destacan los asesinatos cometidos en contra de cuatro policías municipales en 2016.
“Nadie es ajeno al clima de inseguridad que se vive en todo el país, pero en los últimos años se ha agudizado aquí en el Istmo de Tehuantepec porque hay una creciente pérdida de los valores familiares y de pertenencia a Dios”, consideró el sacerdote Lucio Santiago.
El párroco responsable de la iglesia San Vicente Ferrer, patrono de los católicos juchitecos, señaló que el “consumismo voraz” y el creciente individualismo que se expresa en la sociedad contribuyen a la alta incidencia delictiva.
Tras el homicidio del líder estatal del PRD, Rolando Vásquez Castillejos, el fiscal de Oaxaca puso en marcha un plan anticrimen para la ciudad y designó a un fiscal especial para que indague los homicidios de alto impacto.
A 10 días de la muerte del líder perredista, el asesinato sigue impune como todos los cometidos en los últimos dos años y siete meses y medio. “Las autoridades no nos han informado de ningún avance en las investigaciones”, dijo René Vásquez, hermano del líder perredista.
El Plan Anticrimen coordina la participación de las fuerzas policiacas del municipio y del estado, así como la de los elementos de la Defensa Nacional y la Marina; sin embargo, no se ha informado de la captura de presuntos responsables de los últimos homicidios.
La ciudad cuenta con 320 policías municipales, de ellos sólo 200 pasaron el examen de control y deberían realizar sus tareas de vigilancia en ocho patrullas, pero por falta de mantenimiento la mitad de éstas siempre está en los talleres.
A pesar de que el gobierno municipal juchiteco calificó el año pasado para recibir los recursos del Subsemun, ahora FortaSeg, en 2015 sólo le asignaron 5 millones de pesos y no los 10 millones que debió recibir. Este año le han asignado 5 millones para capacitar a los policías.
“La inseguridad nos pega a todos, le pega a la tranquilidad de las familias, provoca la baja en las ventas de los comercios. Hay miedo de la gente y lamentablemente los homicidios van al alza y no vemos por dónde frenar el índice delictivo”, señaló el dirigente local de la Canaco.
