Monterrey.— A cinco años de la muerte de Gustavo Acosta Luján, ultimado en la puerta de su vivienda, presuntamente por elementos de la Marina, su madre María Eva Luján López exige castigo a los responsables, afirma que a la fecha ni siquiera han sido consignados.

La mujer de 56 años demandó se limpie el nombre de Gustavo, quien aún aparece en un boletín de la Secretaría de Marina como supuesto integrante de la delincuencia, lo cual rechaza tajantemente, pues asegura que el día de los hechos los marinos sembraron armas y pretendieron imputarles posesión de drogas, cuando eran las medicinas de su esposo.

Además, según las mismas investigaciones de las autoridades, sólo hubo disparos del exterior hacia la casa de la familia Acosta Luján, declaró Carlos Treviño, abogado de la agrupación Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (Cadhac), quien ha brindado asesoría legal en este caso.

Consuelo Morales Elizondo, directora de Cadhac, demandó el esclarecimiento de los hechos registrados la madrugada del 1 de septiembre de 2011.

Ese día, según las declaraciones que los Acosta Luján rindieron ante las autoridades y que hoy reiteran ante la prensa María Eva y su hija Karen, “un contingente de entre ocho y 10 marinos arribó al domicilio de la familia, en en Apodaca; disparó hacia la casa, al tiempo que exigían abrir la puerta y pedían bajar las armas.

“Confiado en que no tenían armas, y que se trataba una confusión, Gustavo quitó el pasador, pero apenas abrió, fue ultimado a quemarropa por los uniformados.

El joven de 31 años, vivía y trabajaba en Nuevo Laredo, Tamaulipas, había pedido permiso para cuidar a su padre, Gustavo Acosta, que estaba convaleciente de una operación.

María Eva recuerda que su esposo, Gustavo Acosta Reyes, quien murió el 15 de mayo de 2015, le pidió no desistir en exigir justicia para limpiar el nombre de su hijo.

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