Como parte de los cambios que experimentará la política turística de Quintana Roo, en la administración del gobernador, Carlos Joaquín, se trabaja en la creación de un Consejo de Promoción Turística del estado, figura similar a la que opera a nivel nacional, lo que implicará la desaparición de los fideicomisos actuales y de la Oficina de Visitantes y Convenciones de Cancún (OVC).
El mandatario estatal dio a conocer que el Consejo Estatal tendría a su cargo la promoción de las siete marcas del Caribe Mexicano, contando con sus respectivos comités.
Desaparecerían la OVC, que se encarga de la promoción de Cancún, Isla Mujeres y Lázaro Cárdenas; y los Fideicomisos de Promoción de la Riviera Maya –que publicita Playa del Carmen, Cozumel, Tulum, Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos- y el de Othón P. Blanco, que cobija a Chetumal y Bacalar.
Sin dar mayores detalles Joaquín González manifestó que se espera que la nueva figura encargada de dirigir y concentrar la promoción del estado esté lista antes de que concluya el presente año.
Por separado, la titular de la Secretaría Estatal de Turismo (Sedetur), Marisol Vanegas, dijo que el nuevo formato de promoción será consensuado y que estará listo en dos semanas, para ser presentado.
“Es un formato que atienda todas las funciones de la mercadotecnia turística, que incluya la promoción, que cubra el estado, el desarrollo de productos y su diversificación; que incluya nuevos segmentos, que unifique los criterios, porque los Fideicomisos que tenemos ahora tienen una estructura cada uno; que ahorre dinero, con funciones parejas.
“Debe responder a las necesidades de todo el estado y de cada producto Cada destino tiene particularidades, cada destino tiene un conjunto de decisiones que tomar sobre su propia promoción y así será; cada destino tiene sus propios productos, pero también hay cuestiones comunes a todo ese proceso de mercadotecnia que deben hacerse de manera conjunta”, ahondó.
“Viajemos por Quintana Roo”
En entrevista con EL UNIVERSAL la también investigadora, adelantó que se pondrá en marcha un nuevo programa llamado “Viajemos por Quintana Roo”, iniciativa que parte de la reflexión global de que el Turismo es una actividad, vinculada con el derecho de las personas al esparcimiento, al tiempo libre, a la recreación.
“Viajemos por Quintana Roo lo que busca es que nos conozcamos, que conozcamos lo suficiente nuestro estado, como para que -además de ser unos buenos promotores- venzamos esa distancia entre el norte y el sur. En realidad no nos conocemos y no conocemos lo que tenemos.
“El mercado local es muy amplio; el mercado regional es un gran mercado y por supuesto el mercado nacional. Actualmente hay 76.5 millones de turistas nacionales viajando por México, representan más del 35% del turismo en Quintana Roo y tenemos que tenerlos en la mira como un gran mercado de recursos, pero también de equidad”, expresó.
Este programa tiene su base “Viajemos por México”, iniciativa que surge a nivel nacional para fomentar que las y los mexicanos viajen por su país, lo conozcan y recomienden.
“Hemos hecho una versión inicial en este proceso inmediato, que le hemos llamado ‘Viajemos por Quintana Roo’, que consideramos que podemos mover bien. Esa es una primera línea de trabajo”, añadió.
Diversificación de producto
Otro de los ejes de trabajo versa sobre la diversificación económica, lo que incluye no sólo al Turismo, sino a sus concurrentes del sector; es decir, no sólo se busca fortalecer la proveeduría, la agricultura o la industria ligera, sino dentro de la actividad turística, ampliar los segmentos: Turismo Médico, Turismo Deportivo, Náutico, Ecoturismo, Turismo Rural, de Naturaleza, Rural, entre otros.
“Tenemos un producto muy amplio para todos los segmentos. La idea es que, a través de la diversificación, el Turismo sirva y eso significa que tenemos al destino turístico más grande en México y América Latina; a Quintana Roo llegan más de 15 millones de turistas, sin contar aquellos que llegan vía cruceros.
“Para que sea mejor, no tiene que ser el más, sino el mejor, no sólo pensar en volumen, sino en calidad y en calidad de ingreso, estancia, la repetitividad y la fidelidad. Para eso necesitamos buenos productos, sólidos, estables en el mercado que combatan la estacionalidad que todavía tenemos en algunas partes en el estado”, explicó.
El reto ante el Todo incluido
Las quejas ante el acaparamiento de turistas, mediante el sistema del All Inclusive o Todo incluido, que “secuestra” a las y los vacacionistas en los hoteles, impidiendo que salgan a disfrutar de otros atractivos y generen una derrama económica expansiva para toda la cadena de servicios, ha venido creciendo.
La funcionaria aclaró que el modelo como tal, aunque no sea incluyente del resto de sectores, existe y es legal.
“Nunca ha sido un asunto que rebase una disposición o normativa; debimos haber preparado las condiciones en México para crecer de manera más sana y que en el camino no tuviéramos tanto tropiezo, pero es lo que tenemos y está operando bien en términos de que hay un mercado que lo sigue adquiriendo. No hay engaño.
“Nosotros tenemos que pensar en términos de la autonomía del viaje. Hay muchos turistas que no compran productos tan concentrados, que requieren de una autonomía para las decisiones de su viaje y esos turistas no compran esos productos integrados, pero los que estamos recibiendo sí”, expuso.
Un estudio realizado a principios de año, citado por Vanegas, arroja que muchos turistas que se concentran en hoteles all inclusive, está incrementando sus salidas del hotel; es decir, se hospedan en un Todo Incluido, pero rentan un auto y se van a conocer los alrededores.
“Esto nos indica que quienes se hospedan en Todo incluido, no necesariamente se quedan en el hotel, sino que salen porque quieren conocer el estado. La clave está en que hay que dar a conocer lo que hay en el estado, para que los motive a salir.
“Nuestro pensamiento es que necesitamos que los turistas conozcan lo que hay a su alrededor y ellos tomen la decisión de a dónde van a ir. En el estudio que te menciono, los turistas de alto poder adquisitivo que llegan a Cancún y Riviera Maya, tienen un altísimo nivel de repetitividad; han venido al estado más de seis veces, pero la tasa de turistas que conoce Cozumel, es menor al seis por ciento”, manifestó.
Lo anterior implica que el índice de fidelidad del turismo de alto poder adquisitivo, es alto, pero si no conocen Cozumel, no es porque no tengan los recursos para visitarlo, sino porque acaso desconocen los atractivos de la isla, como para pretender vacacionar en ella. “Eso es un área de oportunidad”, consideró.