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Monterrey.- Integrante del equipo que representó a México en la Olimpiada Iberoamericana de Biología, donde ganó una medalla de bronce, con 17 años de edad, Dannae Eloísa Jasso Meléndez se visualiza ejerciendo una carrera que ayude a su país a resolver los problemas relacionados con la salud, industria sustentable o la alimentación.
La estudiante de la Licenciatura en Biotecnología Genómica de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), cuenta que desde niña, incluso antes de conocer el significado de la palabra, sentía especial inclinación por la Biología. “Me gustaba jugar con las hormiguitas, observar cómo se organizaban, y cuando estaba en secundaria, de 13 o 14 años, empecé a leer, más allá de lo que los maestros enseñaban y el programa establecía”.
“Vi que había cosas más pequeñas que las hormiguitas, células que tenían muchas funciones, se me hizo un mar de cosas que no sabía, eso se me hizo muy interesante y apasionante”. Fue así como hace siete u ocho meses, decidió estudiar la carrera de Biotecnología Genómica, aunque también consideraba cursar Medicina, pues siempre se ha interesado por los temas de la salud y las ciencias naturales.
Explica que el hecho de poder dedicarse de lleno a investigar, fue lo que inclinó su decisión por la Biología Genómica, carrera desde la cual puede enfocarse a las áreas de la farmacología, en la industria o la agronomía. Agregó que se visualiza trabajando en algún laboratorio, haciendo investigación y ejerciendo la docencia.
Apenas cursa el primer semestre de la licenciatura, pero Dannae Eloísa, no escatima en su proyecto de vida y deja volar sus sueños. Con inclinación por la Física y la Astronomía, la joven estudiante expresa: “Con el tiempo me gustaría cursar Astrobiología, para conocer cómo nació la vida en la Tierra, y saber si hay vida en otros planetas”.
Considera que la clave en su preparación para las Olimpiadas Iberoamericanas de Biología, fue la misma que ha venido aplicando desde secundaria: leer más allá de lo que marca el programa de estudios, porque nuestro sistema educativo es bastante regular, no muy especializado, y si quieres saber un poco más para prepararte mejor, debes buscarle, no quedarte sólo en lo que te dan los maestros. Con eso se fomenta la curiosidad, el deseo de investigar.
“Desde secundaria leía, y a veces tomaba clases de preparatoria, porque me invitaban a ir. Empecé a ver cosas como la Bioquímica que entendía suficiente, porque ni siquiera había llevado Química, pero me parecía muy interesante cómo las cosas funcionaban”, señala.
Sin embargo, no se considera una estudiante “matada”, pues su rutina es ir a la escuela, llegar a casa, comer, estudiar “pero poquito”, aunque sí echarle muchas ganas, pero “no puedes tratar de obtenerlo todo al mismo tiempo, hay que conservar un equilibrio, balancear las actividades para tener un estilo de vida productivo y saludable, que puedas ir al cine, ver a los amigos, dedicarte a la escuela y “un poquito a la Biología”.
Expresó que cuando ese equilibrio se vuelve un hábito, aprendes a manejar y aprovechar bien tu tiempo, porque ser demasiado “matado” en algo, hace que le pierdas el gusto, y hasta ahorita “yo tengo una gran pasión por la Biología, es algo maravilloso”.
Dannae Eloísa cuenta que sus amigas desde la infancia, tienen aficiones muy diferentes, pues unas aman la gastronomía, las matemáticas y otras ciencias; pero ahora a raíz de su participación en olimpiadas estatales, nacionales e internacionales, con sus amistades que comparten la misma pasión ha logrado una gran afinidad: “los veo como mis hermanos, compartimos muchas cosas, a veces simplemente platicar y contar los chistes bobos”, que sólo entienden entre ellos.
Su madre es contadora pública; su padre ingeniero en electrónica, a quien le ayudaba cuando niña a reparar máquinas, fungiendo como su asistente. Tiene dos hermanas arquitectas y un hermano médico, que de pronto le hablaba de farmacología y fisiología, un poco más relacionado con lo que ella estudia.
Sobre su medalla, Dannae dice que procura no mencionarlo mucho en la Facultad, porque no quiere que piensen que actúa con presunción, y todos reciben un trato uniforme de los tanto entre alumnos como entre maestros. “Si estás haciendo algo es porque lo disfrutas, no es para buscar un reconocimiento”.
Se muestra satisfecha por los lugares y personas que ha conocido gracias a la Biología y comenta que quedó impresionada por la forma en que está construida Brasilia, de manera muy organizada.
Les tocó celebrar el Grito de Independencia en la embajada de México en Brasil, donde disfrutaron a lo grande la comida tradicional mexicana, después de días de añorarla. “Cuando sales te das cuenta que si no comes tacos en una semana, sientes que se te cae el mundo”.
Encantado por la comida, la música de mariachi y la hospitalidad mexicana, un joven español, que inocentemente acompañó sus tacos con salsa de chile habanero, sudando y con el rostro enrojecido, dijo “me encanta”, y no dudo en gritar “yo quiero ser mexicano”, divertida narra Dannae.