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Mérida.— Luego de que un chofer de Uber fue detenido por dos personas, quienes lo golpearon e incendiaron su vehículo, el gobierno de Yucatán advirtió que no tolerará la violencia y desacatos a las leyes e instruyó a la Fiscalía General del Estado (FGE) a investigar los hechos.
En tanto, decenas de miembros de ese servicio bloquearon las calles del Centro Histórico y frente al Palacio de Gobierno pidieron poner freno a las agresiones a los conductores de Uber, quienes dicen que son víctimas de integrantes de sindicatos de taxistas establecidos, como el Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV).
El agredido, identificado como Carlos Rolando Ramírez Cabrera, relató que dos sujetos se hicieron pasar como clientes, para luego someterlo y despojarlo de su auto.
“Ya estando abajo sólo vi que uno de ellos se acercó al automóvil y le prendió fuego”, relató el conductor.
Los vecinos, al escuchar y percatarse del incendio del vehículo, salieron de sus viviendas y fueron testigos de cómo dos sujetos abordaron un taxi de color verde con blanco, pero no pudieron ver las placas.
Al lugar arribaron paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública quienes valoraron a Ramírez Cabrera. Él resultó con varios golpes en el cuerpo y heridas en el rostro.
El lugar fue acordonado y ahí permaneció la unidad que fue totalmente consumida por el fuego.
Luego de esos hechos, decenas de choferes de Uber bloquearon calles del Centro Histórico y apostaron sus vehículos a las puertas del Palacio de Gobierno, para exigir a las autoriades municipales que cese la violencia y el hostigamiento contra ellos.
Uber comenzó a operar en Mérida desde febrero pasado, situación que ha ocasionado enfrentamientos con taxistas establecidos, principalmente los del FUTV.