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Monterrey.— El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, instruyó personalmente al embajador de su país en México, Arturo Romeo Duarte, a que realice el traslado del cuerpo del niño Diego Andrés Pérez Sosa, quien murió en esta ciudad por complicaciones tras un trasplante de médula ósea derivado de un problema de leucemia.
Katy Cavazos, quien brinda apoyo humanitario y asesoría a migrantes, comentó que personal de la embajada señaló que carecían de recursos —11 mil dólares— para costear el traslado del cuerpo, pero ayer se reportaron con Yésica Sosa, madre del menor, para decirle que se harían cargo.
Incluso, comentó Cavazos, informaron que la madre y la abuela del niño disponían ya de un boleto de avión abierto para que regresen a Guatemala cuando así lo deseen, una vez que concluyan los trámites en esta ciudad.
“Lamentablemente tuvo que hacerse presión a través de los medios para que el gobierno centroamericano cumpliera su obligación de apoyar a los ciudadanos que sufren algún problema en el extranjero”, expresó Cavazos.
Con un permiso especial del gobierno de México, Diego Andrés había llegado a Monterrey hace tres meses, acompañado de su madre Yésica y su abuela Patricia, para ser sometido a un trasplante de médula ósea, por una leucemia que lo aquejaba. Sin embargo, a raíz de la operación sufrió una infección urinaria, que dado el estado de salud comprometido que ya presentaba, lo privó de la vida.