Estados

Jerarquía católica en Veracruz despide a curas asesinados

Arzobispo de Xalapa encabeza misa en honor a los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez, quienes fueron encontrados muertos ayer lunes

Foto cortesía: Diario Marcha
20/09/2016 |16:43Corresponsalías - EL UNIVERSAL |
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil

La jerarquía católica de Veracruz y decenas de feligreses despidieron en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima del municipio de Poza Rica a los dos sacerdotes que fueron asesinados el lunes.

El Arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, encabezó la misa en honor a los curas Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez, quienes -según las autoridades- fueron asesinados en el calor de una convivencia con bebidas alcohólicas y con el fin de robarles.

El líder de la Iglesia en Veracruz, recordó que desde el año 2000 advirtieron de una descomposición social en Veracruz, pero -se quejó- nadie quiso hacer algo para frenarla.

Newsletter
Recibe en tu correo las noticias más destacadas para viajar, trabajar y vivir en EU

En su mensaje ante fieles, Reyes Larios denunció que la inseguridad ha sido una constante desde hace varios años en territorio veracruzano.

Y ante el obispo de la Diócesis de Papantla, José Trinidad Zapata Ortiz, consideró  que la transición gubernamental en la entidad, donde el PRI perdió las elecciones frente a una alianza del PAN-PRD, acentúa las condiciones de inseguridad.

Los restos del Padre Alejo Nabor Jiménez Juárez, quien contaba con 13 años  de haberse ordenado sacerdote, fueron trasladados al estado de Puebla, donde era originario.

La diócesis de Papantla, a la cual pertenecía, recordó que era originario de Zoquitlán, Puebla y aunque  comenzó sus estudios en el seminario de Tehuacán, decidió mudarse a Papantla.

En tanto, el Padre José Alfredo Suárez, con cuatro años de haberse ordenado como cura, fue llevado al municipio veracruzano de Misantla, donde sus familiares lo sepultaran.

El padre “Alfredito”, como le decían creyentes de la comunidad católica,  fue vicario parroquial de la capilla de Santiago Apóstol en el municipio de Hueytamalco, Puebla, donde era conocido  por estar a cargo del grupo musical “Emmanuel”, compuesto por jóvenes católicos y por su carácter amable y alegre.

Con seis meses de haber llegado a Poza Rica, los feligreses lo recordaron como dinámico, divertido y un hombre que sobresalía por permanecer contento ante cualquier dificultad.

ml