Monterrey.— A más de 10 años de lidiar con autoridades federales, primero para evitar su encarcelamiento y luego para recuperar casi 400 fósiles de colección que les fueron incautados, los comerciantes Luis Cepeda Villareal y su esposa Sandra Pérez Flores lograron que un juez resolviera a su favor.

El juzgado séptimo del ramo civil de la Ciudad de México determinó que la pareja tiene derecho a buscar el resarcimiento económico mediante una demanda por daño moral, la cual pretendía echar abajo la Presidencia de la República en la gestión de Vicente Fox.

Luis Cepeda Flores y sus abogados, Fernando Zepeda Estrada y José Antonio Soto, recordaron que el 17 de marzo de 2006, con una orden de cateo promovida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fueron sustraídas del establecimiento conocido como “Mundo Prehistórico” —especializado en objetos fósiles y piezas paleontológicas— unas 450 piezas de un alto valor económico, aunque las autoridades sólo registraron en el acta correspondiente 389 piezas.

Señalaron que la incautación se realizó a través de un agresivo operativo de elementos federales armados que sometieron a los empleados y cerraron la plaza San Pedro, donde se encontraba Mundo Prehistórico. Esto como parte, de una averiguación que pretendía imputar un delito federal “por la posesión y comercialización de piezas fósiles adquiridas legalmente en diversos países del mundo”.

Luego del operativo, se divulgó en las páginas oficiales de la Presidencia de la República, el Consejo Nacional para la Culturas y las Artes (actualmente Secretaría de Cultura), y diversos medios de comunicación de México y el mundo que se había realizado el decomiso paleontológico más importante en la historia de México, sin que existiera una sentencia condenatoria contra los dueños del establecimiento, aunque sí se refirieron a ellos como “traficantes de fósiles”.

Sin embargo, Luis Cepeda y su esposa lograron en junio de 2013 el amparo de un tribunal colegiado que ordenó, la inmediata devolución de todo lo incautado, pues lograron acreditar la legal procedencia y posesión de la mercancía que comercializaban.

Pero hasta la fecha, el INAH (depositario judicial de los fósiles) no ha devuelto la totalidad de las piezas, sino solamente 389, que permanecen bajo resguardo en un museo de Coahuila, mientras están desaparecidas dos piezas que estaban guardadas en un maletín y son las más extraordinarias y de mayor valor económico.

Este hecho, de acuerdo con sus abogados, dio como resultado una denuncia penal ante la delegación estatal de la Procuraduría General de la República contra quien o quienes resulten responsables, pero “extrañamente”, después de transcurridos más de tres años la dependencia no ha iniciado la averiguación correspondiente, lo que, aseguran, les hace suponer un interés por obstruir la justicia y que dichas piezas, que en 2006 tenían un valor superior a los 10 millones de pesos, “adornan la sala de la casa de algún alto funcionario”.

Asimismo, ante el grave daño económico y moral, al ser señalados como delincuentes, y el cierre del negocio del que se sostenía su familia, Luis Cepeda y su esposa presentaron ante el juzgado séptimo del ramo civil de la Ciudad de México, en febrero de 2016 una demanda por daño moral en contra de la Presidencia de la República, del Instituto Nacional de Antropología e Historia y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (ahora Secretaría de Cultura).

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