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En tres meses Dayana Camacho podrá hacer cosas que hoy no logra debido a su peso, como alcanzarse los pies para anudarse las cintas de los zapatos, pero todo dependerá –dice el doctor José Antonio Castañeda– de que la adolescente de 14 años siga un estricto régimen alimenticio y se haga un buen trabajo psicológico que le ayude a sobre llevar su obsesión por la comida.
Hace un año Dayana y su familia contactaron al doctor Castañeda, de la clínica Gastric Bypass en Guadalajara, y le explicaron el problema: a pesar de las dietas, la jovencita de 1.62 metros de altura no lograba bajar de peso.
Incluso, la familia de Dayana no tenía certeza de cuánto pesaba, pues la báscula que tienen en casa no lograba registrar datos; supusieron que rebasaría los 200 kilos, pues según el instructivo la máquina no soporta más de ese peso.
La decisión de intervenir a la adolescente fue relativamente rápida, explicó el doctor Castañeda tras la cirugía que se realizó este martes en la capital jalisciense; debido a su trabajo previo con dietas y a que su peso aún no provocaba otros problemas de salud, como la hipertensión, fue candidata idónea para el bypass gástrico a través de una laparoscopía.
“Aunque los riesgos son similares a los que puede tener un adulto, ella no es una paciente portadora de otros problemas, como diabetes, hipertensión u otra enfermedad que complicara la cirugía, pero obviamente si no se realizaba la cirugía en cualquier momento aparecerían estas complicaciones debido a su obesidad extrema”, indicó el médico.
Al llegar a la clínica en Guadalajara, el peso de esta niña originaria de Guasave, Sinaloa, era de 195 kilos y su grasa corporal de 70%; tras la operación, que duró una hora y 15 minutos, permanecerá de 24 a 48 horas en observación para descartar cualquier complicación.
“La cirugía fue un éxito y hará lo suyo, pero ahora lo que nos preocupa es que tanto ella como su familia sean disciplinados y pueda mantener una dieta rigurosa, de eso depende el 70 u 80% del éxito de la operación, si no, se puede convertir en un verdadero fracaso”, señaló el médico.
La expectativa para Dayana es que reduzca aproximadamente 60 kilos en tan sólo tres meses y a partir de ahí su peso continúe disminuyendo paulatinamente hasta llegar a los 65 o 70 kilos, para lo que además de la dieta, es fundamental el ejercicio.
A cambio de poder hacer las cosas que realiza cualquier adolescente de su edad, Dayana deberá desterrar de su dieta algunas cosas, como los refrescos y bebidas gaseosas, señaló el médico, pero si lo hace, dejará de padecer la fatiga extrema que le provoca el sobrepeso y otras molestias que poco a poco desgastarían su salud, como la apnea de sueño.
Castañeda aseguró que a pesar del temor de la joven antes de la cirugía, no hubo complicaciones en ésta, que implicó reducir el estómago para que el apetito sea menor y después dividir el intestino, de tal manera que sólo una parte absorba los nutrientes.
Por ahora Dayana permanece en el hospital, pero en uno o dos días podrá regresar a casa, donde quizá viene la parte más difícil de su recuperación.
afcl