El Obispo de la Prelatura Cancún- Chetumal, Pedro Pablo Elizondo, se dijo dispuesto a ir a la cárcel con tal de defender a la familia en su concepto tradicional y adelantó que las personas contrarias al matrimonio igualitario, podrían aplicar la “desobediencia civil”, si se aprueba la propuesta presidencial que propone legalizar los enlaces civiles entre personas del mismo sexo y la introducción de la educación de Género en México.

“Yo estoy dispuesto a defenderme legalmente e ir a la cárcel, para defender la familia. Creo que alguna alma caritativa me iría a visitar, sobre todo en este año de la misericordia”, declaró.

El sacerdote fue denunciado por el activista, Roberto Guzmán, del colectivo “Red Positiva”, ante el Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Conapred), por actos de discriminación y probables violaciones a la Constitución Mexicana, que de comprobarse, no ameritan prisión.

Semanas atrás, al término de la misa y, como parte de los avisos parroquiales, se convocó a la feligresía a asistir a la marcha organizada por el Frente Nacional por la Familia. Al término, Elizondo fue entrevistado y avaló la invitación e incluso dijo que asistiría.

La Carta Magna prohíbe todo tipo de discriminación, incluida aquella que surge por la orientación sexual. El artículo 130 de la Constitución establece que los ministros de culto –entre ellos, los sacerdotes- no pueden oponerse a las leyes, ni a las instituciones mexicanas, en ningún acto público, ceremonia religiosa o publicación de carácter religioso.

Entrevistado hoy, al término de la misa dominical, el sacerdote insistió en que está “dispuesto a sufrir, todo lo que haya que sufrir”, para defender los valores del pueblo de México “y no dejar que nos los quiten y nos colonicen otra vez los extranjeros”, toda vez que para el 75 por ciento de las y los mexicanos, el primer valor es la familia.

Consideró “contundente” el mensaje que miles de personas lanzaron ayer, al salir a marchar en 125 ciudades del país, para pronunciarse en contra del matrimonio igualitario y a favor de un solo modelo de familia, el tradicional.

En un país poblado por más de 120 millones de habitantes, para Monseñor el Congreso de la Unión debería legislar este tema, conforme al deseo del millón de personas que, según el Frente Nacional por la Familia, salió a marchar ayer.

“Yo espero que el Congreso escuche al pueblo; creo que este es el pueblo al que ellos representan y creo que deben respetar los valores del pueblo al que representan y sirven y si además profundizan en esos valores, en la escencia de lo que es un matrimonio natural, filosóficamente, bíblicamente, humanamente, pueden llegar a decir ‘el pueblo tiene razón’ porque es una cosa natural, psicológica, filosófica, no es de fe (…).

“Creo que la marcha es un lenguaje tan claro, tan fuerte, tan contundente, que no sé quién se pueda atrever a decir ‘no es cierto, sigue y va la iniciativa de ley’. No sé en qué cabeza cabe, el que menos manda es el pueblo”, dijo.

De aprobarse la iniciativa que legalice el matrimonio igualitario, en atención a los Derechos Humanos, consagrados en la Constitución Mexicana, el prelado respondió que no podía predecir las consecuencias, pero citó que en España la población inconforme con ciertos preceptos, practicó la desobediencia civil.

“Sé que en España ha habido una reacción de llamada desobediencia civil a las leyes injustas. Si se considerara que es una ley injusta, pues tal vez alguien podría invitar a la desobediencia civil”, expuso.

Cuestionado sobre qué se tendría que desobedecer, respondió que aquello que inculca la Educación de Género.

“No estarían de acuerdo en las consecuencias de esa ley; por ejemplo: En Estados Unidos, la Ley de estos de ideología de Género, pone unos baños en los que yo, que me siento mujer (sentido figurado), aunque tengo cuerpo de hombre, porque soy hombre pero tengo un cuerpo equivocado –dicen los gringos- se puede meter al baño de las mujeres.

“Imagínate un adolescente de 15 años, dice ‘no, no, yo soy mujer y me voy con las mujeres’… a ver cómo le va ahí entre las mujeres; si una mujer dice ‘no, yo soy hombre, pero estoy en un cuerpo equivocado, entonces me meto al baño de los hombres’. No sé cómo le va a ir a la niñita ésta. Cómo la tratarán los hombres, pero como que es medio ridículo”, sostuvo.

afcl

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