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San Cristóbal de las Casas.— A 15 días del asesinato del alcalde de San Juan Chamula, Domingo López González, los tzotziles buscan ahuyentar el fantasma de la violencia en esta comunidad indígena.
El domingo 24 de julio, un día después del asesinato de López González, el turismo nacional y extranjero dejó de llegar desde San Cristóbal de las Casas a la cabecera municipal en camiones o en bicicletas y caballos rentados.
Para el lunes 25 de julio, aun cuando la plaza central se podía apreciar las manchas de sangre de los cadáveres del alcalde y del síndico Narciso Lunes Hernández, los turistas llegaron en varios grupos para visitar los barrios, el mercado y el templo de San Juan.
Algunos comerciantes abrieron sus puertas de sus negocios, otros exhibieron su mercancía en la vía pública, pero manifestaban su dolor por la pérdida del síndico Narciso Lunes Hernández, que vivía a tres calles de la plaza y era conocido entre los tzotziles.
Un hombre que vende artesanías a 20 metros del edificio del Partido Revolucionario Institucional (PRI), asegura que lo más importante después del asesinato del alcalde pevemista Domingo López González, es “trabajar por la paz” en el municipio.
El tzotzil, que prefiere no revelar su identidad, cuenta que ese sábado 24 de julio no llegó a vender sus artesanías, porque “estaba el rumor de que vendría gente armada y por eso no vine a vender”.
Desde los hechos del 23 de julio, los taxistas, las agencias de turismo, negocios de esa localidad, como restaurantes, tiendas, florerías y el mercado funcionan con normalidad.
Presidencia Municipal luce de blanco. El pasado fin de semana, concluyeron los trabajos para pintar la alcaldía de color blanco, sobre el verde que ostentaba que el municipio es territorio del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
De acuerdo con el nuevo síndico municipal, Sebastián Gómez Hernández, el objetivo de pintar de blanco el ayuntamiento era para “no diferenciar colores”, ya que el nuevo alcalde, Mateo Gómez Gómez, quiere “trabajar con todos los partidos políticos en el municipio. No vamos a hablar de un solo partido. Vamos a trabajar con todos, con toda la gente del municipio”.
Y desde este jueves, las pasiones y cofradías realizan procesiones por las calles del poblado con incienso, ramas y botellas de aguardiente, como parte de los preparativos de la festividad de Santa Rosa de Lima, que se celebrará el fin de este mes.
Los hombres vestidos de chujes (cotones) de color blanco han ingresado al templo para rezar a los santos, éstos ataviados con ropajes y con espejos, para quemar incienso y encender velas.
El sacerdote Pedro Arriaga, de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, acompañado de un grupo de pasiones y cofradías (autoridades comunitarias y religiosas) oraron en el salón conocido como Alma, donde se encuentran las tres cruces de los barrios de San Juan, San Sebastián y San Pedro, que representan la cabecera municipal.
El párroco oró durante varios minutos frente a las cruces, para pedir que Dios bendiga al municipio de San Juan Chamula y que prevalezca la paz.
Después, Arriaga recorrió los pasillos y algunas oficinas donde esparció agua bendita, mientras que varios hombres hacían lo mismo con incienso.
Así, a 15 días del asesinado del alcalde Domingo López González y cuatro de sus colaboradores en el cabildo, la paz se construye en San Juan Chamula, bajo la vigilancia de la Policía Estatal que aún se mantiene en lugar.