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Juchitán.— Durante casi mes y medio, doña Victoria Fuentes Aispuro se las ingenió para vender tacos, empanadas y volovanes en las calles para sostener sus gastos como madre soltera y los de su hija de cinco años de edad. Hoy, alegre, regresó al sitio original de sus ventas.
Como doña Victoria, también los conductores de mototaxis y taxistas regresaron a las afueras de la tienda Soriana en Juchitán una vez que ésta reactivó sus actividades económicas.
Esta tienda departamental estuvo cerrada desde el sábado 18 de junio luego de que una noche antes, en el marco de las movilizaciones magisteriales, personas con el rostro cubierto saquearon diversos negocios y se robaron colchones, automóviles, computadoras y partes de vehículos.
Tras 43 días del cierre de la tienda, poco a poco la actividad comercial en la zona del sector norponiente de esta ciudad empezó a reactivarse.
“Falta que abra la Bodega Aurrera, el Cinema, la tienda de autopartes y la Nissan”, comentó tras ser cuestionado el taxista David Pineda.
Con la apertura de la tienda Soriana, algunos consumidores, sobre todo las mujeres, aprovecharon para hacerle el gasto a doña Victoria, quien de manera presurosa y con gusto, envolvía sus tacos fritos, empanadas de carne y volovanes de atún.
“Espero que nos dure mucho el gusto de vender aquí, que los maestros ya no vayan a cerrar otra vez las carreteras porque yo me gano la vida en este lugar, vendiendo entre 300 y 400 pesos al día con toda la gente que viene a surtir su despensa. En la calle no vendía mucho y tenía que caminar bastante”, relató la mujer.
Casi una fiesta. Desde la base o sitio de taxis a la salida de la tienda, David Pineda ya había realizado cuatro viajes especiales a domicilio en una hora de trabajo. “Ya llevé a varias familias que vinieron a surtirse y le estamos avisando a la gente que la tienda ya se abrió”, dijo alegre.
Durante el casi mes y medio en que permaneció cerrada la tienda, unos 30 taxistas que tienen habilitado una base a la salida del establecimiento, no les quedó de otra más que “dar vueltas y más vueltas por la ciudad para llevar el sustento a la casa”.
A la salida del almacén, hombres y mujeres empujaban los carritos atiborrados de diversos artículos de limpieza para el hogar, aceites comestibles, enlatados, frutas, verduras y carnes. De inmediato los taxistas y mototaxistas ofrecían sus servicios a los clientes que cargaban las bolsas con sus compras.
Por ahora el servicio al público será de 8:00 de la mañana a 8:00 de la noche. Antes de que la tienda fuera víctima de los actos vandálicos, el horario era de las 7:00 de la mañana a las 10:00 de la noche, explicó el gerente del establecimiento, Eleazar Martínez.
El ambiente que se vivió en el primer día de la reapertura fue casi festivo por el movimiento incesante de consumidores, taxis y mototaxis, así como los gritos de doña Victoria.
