En México sólo quedan 60 ejemplares de vaquita marina y se teme su extinción entre 2018 y 2022, debido a la pesca ilegal de totoaba, una especie de pez, también catalogada en peligro de extinción, cuyo valor comercial va de entre los 500 a los dos mil dólares el kilo de buche, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Hábitats para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos (AMHMAR).

Dicha asociación lanzó hoy la campaña #SOSVAQUITA, en el marco del Día Internacional de la Vaquita Marina, para mostrar la situación crítica de esa especie, crear conciencia y motivar acciones para la conservación de este animal marino, cuya presencia sólo se registra en México.

Las vaquitas marinas son los mamíferos marinos más pequeños del mundo; miden un promedio de 1.5 metros de longitud y pesan 36 kilogramos. Se reproducen cada uno o dos años y se alimentan de calamares y peces.

Está registrada en la categoría de Peligro de Extinción, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 059-Semarnat-2010, así como por la Convention on International Trade in the Endangered Species of Wild Fauna and Flora (Cites).

La pesca ilegal de totoaba -cuyas vejigas son altamente apreciadas en China, por su supuesto valor medicinal- ha incrementado los riesgos para la vaquita marina, debido a que al extender las redes de captura de totoaba en el Golfo de California y el Mar de Cortés, la vaquita es atrapada y arrastrada también. El tráfico de estas especies ha sido equiparado al de la cocaína.

En un esfuerzo por frenar la situación crítica que enfrenta la vaquita marina, que sólo se localiza en las costas de Baja California y Sonora, en México, la asociación civil lanzó este nueve de julio –Día Internacional de la Vaquita Marina- un video a través de la red social Facebook, como parte de la campaña #SOSVAQUITA.

El objetivo del video, cuya duración es de dos minutos, pues busca ser viralizado en las redes sociales, es informar a la comunidad nacional e internacional sobre el estado actual de la especie y crear conciencia acerca del cuidado del ecosistema marino en el que se desenvuelve, así como el generar un consumo sostenible de los recursos y servicios que este ambiente brinda a la Humanidad.

Durante la celebración del primer Congreso Multidisciplinario de Bienestar Animal en 2015, el presidente de la AMHMAR, Rodrigo Constandse, se comprometió a realizar una donación –cuyo monto no se especificó- para apoyar la conservación de la vaquita marina en su área de distribución.

De ese compromiso surgió la campaña #SOSVAQUITA, en la que cineastas –como Pablo Careaga- y especialistas realizaron la producción, el trabajo de campo y la toma de imágenes para mostrar al mundo la problemática que afecta a esta especie carismática.

El objetivo de la campaña es elevar el conocimiento del público del riesgo inminente de extinción de la Vaquita, utilizando como plataforma de distribución las redes sociales con el hashtag #SOSVAQUITA, en el entendido de que en la medida que el público conozca esta problemática se pueden apoyar los esfuerzos de conservación realizados por expertos y autoridades.

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