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El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia, reconoció que en las investigaciones que ha hecho la Fiscalía General del Estado (FGE) en un día, pudieron determinar que el niño de seis años asesinado durante un velorio en Ciudad Renacimiento, sí era el objetivo del ataque; agentes ministeriales detuvieron a dos por ese crimen.
En conferencia de prensa, el vicefiscal de Investigación, José Antonio Bonilla, admitió que aún desconocen el móvil de este crimen que causó conmoción en la opinión pública, pero informó que: “agentes de Investigación Ministerial detuvieron a dos hombres: Tomas “N”, menor de edad, como presunto indiciado en el delito flagrante Contra la Salud, por posesión de estupefacientes y Encubrimiento Culposo, y Arturo Cortez Melo de 26 años, por el flagrante delito de Portación de Arma de Fuego de uso exclusivo del Ejército”.
La FGE mantiene abierta la carpeta de investigación 120302901000640716 por el ataque ocurrido el lunes y en el cual resultó herida la madre del menor.
Bonilla precisó que a “ambas personas también se les investiga por su presunta vinculación en el homicidio del menor registrado el día 4 de julio en Ciudad Renacimiento, donde también resultara una mujer lesionada por proyectiles por arma de fuego”.
Aseguró que durante la detención de estas personas a pocos metros de donde ocurría el velorio, “se les cuestionó respecto de su presencia en dicho lugar, quienes manifestaron en primer término que eran familiares del fallecido”. La familia negó que esos muchachos fuera miembros de su familia.
La FGE puso a ambos a disposición de la Agencia del Ministerio Publico Especializada en Justicia para Adolescentes (AMPEJA) y del Centro de Operaciones Estratégicas (COE).
“En el lugar de los hechos donde falleció el menor, se realizaron los dictámenes periciales en materia de balística, obteniendo como resultado después de realizar la percusión de testigos y los comparativos en rastros de percusión, el dictamen pericial determinó que dos, de los siete casquillos, tienen coincidencia con el arma que portaban los detenidos”.
Roberto Álvarez lamentó esos hechos y lo atribuyó a la descomposición social por la que atraviesa Guerrero.
ml
