Tuxtla Gutiérrez, Chis.— El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) suspendió el festival CompArte que sostendría entre el 17 y 30 de julio en Oventik y San Cristóbal de las Casas, con artistas mexicanos y extranjeros en solidaridad con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Anunció que donará el dinero y los alimentos acumulados para la lucha en Chiapas del magisterio disidente en contra de la reforma educativa.
El grupo rebelde confió que el CompArte se realice después. Explicó a los mil 127 artistas mexicanos y los 318 de diferentes países registrados para el encuentro, que la decisión es una valoración ética; después de analizar todas las opciones llegaron a la conclusión, errónea o no, de que es ésta una forma de apoyar la lucha magisterial y comunidades, “porque no estamos dispuestos a ser esquiroles o a disputar al magisterio un protagonismo que se ha ganado con dolor y rabia”.
Pidió que en la medida de sus posibilidades enarbolen su arte con el magisterio en resistencia, en sus actividades, plantones, marchas, mítines y donde la CNT y su quehacer artístico juzguen conveniente.
En el comunicado Las lecciones en junio, el EZLN expuso que en unas cuantas semanas se ha impartido una verdadera cátedra que enseña y educa. Se ha desnudado, una vez más, el carácter del Estado mexicano con la llamada 3de3 para empresarios.
Señaló que una vez que el magisterio exigió la abrogación de la reforma educativa, que “[en realidad es sólo la plataforma para la precampaña presidencial del aspirante a madrina judicial, Aurelio Nuño] el gobierno y sus amos se dijeron dispuestos a todo [es decir a usar la fuerza] para defender la legalidad”.
El EZLN agregó que, con aire “más histérico que histórico”, remarcaron que la ley no se negocia. Y lo declararon apenas unas horas después de que “se humillaron frente al poder del dinero, para negociar la modificación de una ley”.
En el documento suscrito por los subcomandantes insurgentes Moisés y Galeano, afirmaron que los maestros desmontaron la escenografía construida por la clase política después de varios años y dinero, para disfrazar, bajo el nombre de “Pacto por México”, la nueva guerra de conquista que se sintetiza en las llamadas “reformas estructurales”. El EZLN dijo que para dirigir el “mal humor” social contra el magisterio, gobiernos y medios de comunicación montaron una campaña de mentiras.