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En su propuesta para resolver el conflicto magisterial que tiene 51 días, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) pide al gobierno federal la moratoria o suspensión definitiva, y que se replantee la reforma educativa, al eliminar sus puntos torales al exigir que la evaluación del desempeño magisterial no determine la permanencia en el servicio, y eliminar los concursos para el ingreso a la docencia, asignando plazas automáticas a estudiantes normalistas.
En el documento que entregó ayer en la Secretaría de Gobernación, con 13 puntos, el magisterio disidente amplió además sus peticiones.
Exigió reinstalar a los profesores cesados por faltar a clases o no evaluarse, liberar a los líderes sindicales, eliminar las órdenes de aprehensión vigentes, y que el gobierno federal la reconozca como sindicato.
El documento que entregó la CNTE al gobierno federal para “encontrar caminos de solución” al conflicto magisterial propone la suspensión definitiva de la reforma educativa y sus implicaciones, y la modificación de las leyes que la hacen operativa (la del Servicio Profesional Docente y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación), puesto que consideran que ponen en riesgo la gratuidad de la educación y atentan contra el empleo y la estabilidad laboral de los profesores.
“Para poder discutir y resolver las causas y consecuencias del conflicto se debe detener la reforma, el gobierno federal tiene los mecanismos: la moratoria o suspensión de la reforma educativa. Esto permitirá la modificación del articulado que viola los derechos laborales de los trabajadores y los derechos sociales de la población”, señala el documento.
La CNTE indica que el rechazo a la reforma “no es una necedad” y la movilización y la protesta no son su “forma de actuar y vivir”. Afirma que no respalda la herencia ni la venta de plazas que le ha achacado el gobierno federal y señala que esos son “instrumentos del clientelismo” del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
En sus demandas incluyó la transformación de los libros de texto, 12% del PIB para la educación, eliminar las cláusulas con las nuevas causales de despido a los maestros, así como la mejora “de decenas de miles de escuelas”; desayunos escolares, dotación de útiles, uniformes y calzado para los estudiantes, además de la creación de un Consejo de Evaluación, electo por la comunidad.
