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Cerca de 13 mil planteles de educación básica iniciaron ayer la tercera semana sin clases, luego de que la mayoría de profesores decidió suspender las labores educativas tras los hechos violentos del 19 de junio en el municipio Asunción Nochixtlán, que dejó un saldo de nueve muertos y más de 100 lesionados.
En la agencia Rancho Nuevo del municipio Santa Lucía del Camino, a unos cinco kilómetros al oriente de la capital, un conflicto detonó en la primaria Benito Juárez, pues padres de familia se confrontaron con directivos y profesores para exigirles no más suspensión de clases; los tutores resolvieron pedir el cese del director.
El grupo de padres de familia se inconformó por la pretensión de suspender de manera indefinida las labores.
En la trifulca, los alumnos de primaria cayeron en crisis nerviosa y lloraron, debido a las agresiones verbales entre ambos bandos.
Una madre de familia indicó que el domingo decidieron exigir la salida del director Amado Domínguez, por hostigar a los alumnos para que apoyen el paro educativo.
Dijo que al inicio aceptaron el cese de labores los días 20 y 21 de junio, lo que afectó a unos 450 alumnos, pero luego se reanudaron las clases.
Hasta ahora se desconoce el número de escuelas sin clases; unas iniciaron el paro desde el 15 de mayo y otras más se sumaron después del 19 de junio. Aunque se solicitó al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) el porcentaje de escuelas que abrieron, se reservó las cifras.
En Juchitán, doña María Lourdes Villalobos no oculta su inquietud ante la prolongación del paro magisterial. “Mi hija Aileth va a terminar el sexto grado de primaria y no sabemos si le darán el certificado para que se inscriba en la secundaria”, comentó angustiada.
El director del IEEPO, Moisés Robles Cruz, reiteró que en las escuelas donde no hay clases no se liberarán los certificados ni boletas de calificaciones.
“Se corre el riesgo de que los alumnos en nivel terminal de primaria y secundaria pierdan el ciclo escolar, por esa razón los padres de familia deben hablar seriamente con sus maestros porque no se puede perder el ciclo por una necedad”, dijo Robles Cruz.
La situación es preocupante, señaló Villalobos, quien añadió que el maestro encargado de la primaria Daniel C. Pineda de esta ciudad, donde estudia su hija Aileth, ya les dijo que no habrá certificado “mientras no se abra el IEEPO”, cercado por la Sección 22.
El IEEPO liberará los certificados y boletas de calificaciones, si los maestros paristas regresan a clases mañana mismo y se comprometen por escrito a recuperar los días perdidos. De otra forma el ciclo escolar se perdería para esos alumnos, indicó Robles Cruz.
De acuerdo con las estadísticas del IEEPO, el paro magisterial afecta a los alumnos de unas 600 escuelas públicas. La mayoría de ellas se ubican en la región del Istmo de Tehuantepec.
Pese al paro magisterial, maestros de diferentes escuelas ya preparan los festivales de fin de cursos. “Nuestra fiesta será el 14 de julio y pagamos 250 pesos para tener derecho de una mesa y ocho sillas”, explicó doña María Lourdes Villalobos Lozano.
En las escuelas en paro es posible salvar el ciclo escolar siempre y cuando los maestros regresen a clases de inmediato y se comprometan a trabajar en los días de vacaciones, incluyendo sábado, pero deben comprometerse mediante un escrito, insistió el director del IEEPO.
Robles Cruz destacó que en las escuelas donde sí hay clases ya empezó el proceso de entrega de boletas de calificaciones y de certificados para los alumnos que cursan el sexto de primaria y tercero de secundaria.
“Los maestros nos han dicho que en la fiesta de clausura de cursos nos van a entregar solamente un diploma”, recordó doña María Lourdes, porque desde el lunes 16 de mayo su hija Aileth no tiene clases.