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Comitán de Domínguez.— Nadia, la joven de 18 años que gustaba de atrapar mariposas en su jardín, cumple este domingo un año de haber sido asesinada en la colonia Narvarte de la Ciudad de México.
Ayer, su madre Mirtha Luz Pérez Robledo acusó que no hay autoridad que quiera realizar una investigación seria de la muerte de su hija y cuatro personas más, sin intereses políticos ni personales, sin dinero de por medio.
Nadia era una activista, el espíritu de rebeldía iba con ella, ya que a los 16 años participó en su natal Comitán de Domínguez, en una protesta contra el Tratado de Libre Comercio (TLC), rememora la promotora cultural y actriz María Girasol.
Recuerda la actriz que en el año 2012 su amiga Nadia participó en una protesta contra el alza del transporte público en Veracruz, marcha que culminó frente a la municipalidad.
Además fue parte del movimiento #Yosoy123, aunque meses después se retiró porque ya no creyó en éste. En 2013 fue detenida por la Policía Estatal de Veracruz durante una protesta.
Meses antes, Nadia había conocido al fotógrafo independiente Rubén Espinosa, pero después de realizar una denuncia a una televisora, ambos decidieron salir de Xalapa, para “refugiarse” en la Ciudad de México, donde la noche del 31 de julio de 2015 fueron asesinados, junto con otras tres mujeres, en un departamento de la colonia Narvarte.
Días después el cuerpo de Nadia, la niña a la que le gustaba atrapar mariposas en el jardín de su casa —como dijo su padre, Efraín Vera, nativo de Zapaluta, una población cercana a la frontera con Guatemala—, llegaba para ser inhumada en el cementerio local.
Ayer, a través de un comunicado, Mirtha Luz, madre de Nadia, dijo que no se ha castigado a los verdaderos culpables de las filtraciones del expediente ni investigado a quienes se apropiaron de las pertenencias de las víctimas, tampoco se ha permitido declarar a los amigos y vecinos que han querido aportar información.
Dentro de esas irregularidades, señaló que no se ha buscado el arma del crimen. Además no se mantuvo la cadena de custodia ni se protegió debidamente el lugar ni los objetos y ninguna autoridad impidió que se modificara la escena del crimen.
Añadió que no se dio importancia que fueran asesinadas cinco personas, como tampoco se acataron los protocolos, pero las autoridades dieron trato preferencial a los “ ¿interrogados?” de Veracruz.