El gobierno de Nuevo León busca recursos con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para poder enviar a reos de alta peligrosidad a otros penales de la entidad y de esta manera “despresurizar” el penal de Topo Chico, señaló el gobernador Jaime Rodríguez Calderón en entrevista.
El recurso que se requiere, aclaró, es cercano a los 100 millones de pesos, los cuales se negocian con la Federación. Agregó que el proyecto podría tardar dos años:
“El problema es que Topo Chico es un penal muy viejo que no lo podemos sacar de la ciudad nomás porque tengamos un conflicto en este momento. Estamos quitando presos de alta peligrosidad, mandándolos a penales de otro estado y reubicando a algunos de ellos para que los podamos separar. Le vamos a invertir una cantidad de recursos importantes que estamos negociando con la Federación, porque nosotros no lo tenemos en este momento”, afirmó.
Las declaraciones se dan después de que la noche del lunes nuevamente se dieron reportes de disparos y un incendio al interior del penal.
Entrevistado al término de la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores en la Ciudad de México, dijo que los hechos no derivaron en un conflicto: “Lo que pasó ayer [el lunes] no es un tema de un conflicto, hay un chisme que sucedió adentro de que iban a ser reubicados algunos presos. Cuando ellos van a la revisión se hace un conflicto ahí, entre algunos de ellos y queman algunos colchones, eso es lo que pasó”.
Aseguró que en estos momentos hay una garantía de control por parte de las autoridades carcelarias, y reiteró que buscará que en los próximos dos años sea posible sacar al penal de Monterrey.
Hay falta de control: PRI. En la capital del estado, César Cavazos Caballero, presidente estatal del PRI, expresó que al registrarse un tercer hecho de violencia en apenas cinco meses, después de la masacre de 49 reos el 10 de junio, y la riña del 1 de junio que dejó otros tres muertos, “quedó demostrada la falta de control de las autoridades del gobierno del Estado en el sistema penitenciario”.