Obispos de Oaxaca, Chiapas y San Luis Potosí insistieron este fin de semana en que se mantenga el diálogo en el conflicto entre la CNTE y el gobierno federal. Asimismo, exhortaron a las autoridades a que la reforma educativa sea “integral” y que en el proyecto participen de manera conjunta padres de familia y profesores.
El arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, Oaxaca, José Luis Chávez Botello, pidió apoyar una tregua general para generar condiciones de un diálogo abierto y transparente ante la sociedad en vistas de ofrecer soluciones.
Chávez Botello lamentó comprobar que existen afectaciones físicas, sicológicas y sociales.
Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, solicitó que al término del conflicto se elabore un modelo educativo que “sea un definitivo motor de desarrollo integral de los mexicanos”. También consideró que una “verdadera” reforma no debe ser sólo laboral y administrativa, sino “integral”, que ayude a construir la mente y el corazón de los educandos, con la participación de los padres de familia y maestros.
Este domingo emitió un comunicado en el que pidió que la reforma educativa cuente con contenidos académicos, pedagógicos, metodológicos y que cumpla con la inserción social en el país de los estudiantes.
Explicó que él, el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla; el auxiliar, José Luis Mendoza Corzo; el de Tapachula, Leopoldo González, y el obispo coadjutor de la diócesis de esta localidad, Enrique Díaz, continuarán en la exigencia de que se abra el diálogo entre el magisterio y las autoridades.
El arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, señaló que las protestas de maestros han tenido un efecto dominó en las diversas entidades a partir de las inconformidades expresadas por los integrantes de la CNTE.
A los maestros potosinos que se han expresado en manifestaciones les hizo un llamado a que encaucen a través del diálogo su desacuerdo. Al término de su misa dominical, expuso que las protestas de docentes en el transcurso de la semana eran predecibles, por lo que las autoridades tendrían que estar preparadas para encontrar mecanismos de comunicación. “Es como un efecto dominó”, agregó.