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“Amo a mi familia”, “¡Hola maravilla!”, son los títulos de los dibujos con personajes de cara feliz que la pequeña Danna Paola hace en su cuaderno para colorear.La niña es amorosa en extremo; su rostro refleja lo feliz que la hacen sus seres queridos.
Hoy tiene nueve años. Hace uno bailaba, posaba para las fotos, esta vez es un poco más reservada. Su mayor entretenimiento está en su cuaderno y sus plumones con los que escribe, dibuja y colorea con algo de dificultad.
El incendio en la Guardería ABC, ocurrido el 5 de junio de 2009, cuando ella tenía dos años y tres meses, resultó en la amputación de nueve dedos de sus manos.
Cursa el segundo grado de primaria y tiene excelentes calificaciones, continúa como el año pasado en el cuadro de honor. Su fuerte son las matemáticas, dice a EL UNIVERSAL.
Lee a la perfección y por las tardes tiene una maestra particular de inglés, idioma que habla de manera fluida. Para demostrarlo entona una canción de sus ídolos One Direction, también plasmados en su camiseta.
“Me gusta mucho bailar danza, jazz y dibujar. Pinté una papa rockera cantando. Me gusta el deporte, voy a entrar a natación; quiero aprender a nadar abajo del agua”, dice.
Danna Paola cumplió años el 17 de marzo, es hija de Marisol Montaño y Francisco Villarreal; adora a su único hermanito Mateo, de un año nueve meses, con quien se comporta como si fuera su mamá: lo mima y lo protege.
“Soy feliz porque tengo a mi familia, a mi hermanito, quiero tener otra hermanita”, expresa con una sonrisa. Recuerda que cuando su mamá estaba embarazada apostó con su papá a que tendría un hermano: “Gané”, afirma.
Uno de sus momentos más gratos fue su cumpleaños, cuando sus papás y hermanito se vistieron de superhéroes.
En los próximos días Danna Paola, la menor de los lesionados con quemaduras en la tragedia ABC, viajará a Sacramento, California, Estados Unidos, es probable que asista al campamento que organiza el departamento de bomberos de la Fundación Shriners, mientras le dan fecha para que le coloquen expansores en la cabeza, que le ayudarán a disimular una enorme cicatriz que tiene en la parte superior del cráneo.
“A pesar de su alegría por la vida y ese entusiasmo con que hace las cosas, su cuerpo está cansado de las terapias, de las cirugías, de las entradas y salidas a los quirófanos. Le robaron su niñez”, refiere Marisol, su madre.
Danna Paola, dice, es linda, sensible, llorona. Siempre piensa en los demás antes que en ella, es “un ángel de amor”. Recuerda que hace meses la niña se desmayó; seis años estuvo sometida a estrés, entre las terapias de rehabilitación, operaciones, sesiones con sicólogos y la escuela.
Rehabilitación dolorosa
Marisol Montaño se acuerda que el día del incendio halló a su hija hasta las 11 de la noche. Estaba en el Hospital Infantil del Estado de Sonora con un diagnóstico grave. La trasladaron al día siguiente al Hospital de Occidente del IMSS en Guadalajara.
Los doctores la mantuvieron sedada para evitar que se moviera, tenía quemaduras en 47% de su cuerpo. En el Hospital Shriner de Sacramento, California, le amputaron nueve dedos de sus manos. Sólo le quedó el pulgar izquierdo. A la fecha lleva 26 operaciones.
Danna Paola estuvo tres meses inconsciente. Cuando despertó se comportaba como bebé; dejó de hablar, de caminar. Los tres años siguientes al incendio fueron muy dolorosos.
A la fecha, la pequeña requiere del apoyo de su madre para vestirse, peinarse, bañarse y otras actividades. Es amiguera, los niños tratan de ayudarla, como César Fernando Díaz Lucero, su ex compañero de la Guardería ABC.
La preocupación de los padres de los niños quemados en el incendio es “¿Qué va a pasar cuando tengan 21 años? A esa edad Shriner ya no los va a atender”, se lamentan.