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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Nochixtlán.— Luego de lamentar los hechos violentos en Oaxaca del domingo pasado, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) envió a un grupo de observadores al municipio de Nochixtlán para recabar información sobre la actuación de la Policía Federal.
De acuerdo con los testimonios con los que cuenta la misión de observación de la ONU-DH, todos coinciden en que la Policía Federal disparó cuando maestros y pobladores se retiraban del lugar.
Los testimonios de los afectados indican que presuntamente los policías sí dispararon contra civiles y que desde un helicóptero lanzaban gases para dispersar a la multitud.
En ese sentido, el grupo de cinco observadores de la ONU recaba toda la información necesaria para determinar si hubo violaciones a los derechos humanos y si la Policía Federal se excedió en el uso de la fuerza, que es el objetivo de la misión por la que llegaron a esta zona de Oaxaca, tras los enfrentamientos del domingo.
Los expertos han estado presentes también en áreas como Tlatlaya, Estado de México, después de un enfrentamiento entre el Ejército y presuntos integrantes de un grupo delictivo, así como en Iguala y Cocula, Guerrero, tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en busca de evidencias sobre los hechos.
En un comunicado, Jan Jarab, representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, hizo un llamado a las autoridades para que se investigue de manera imparcial y pronta para que se deslinden responsabilidad; pidió también que antes de que se utilice la violencia se privilegie el diálogo.
“Lamento la pérdida de vidas y la afectación a la integridad de las personas lesionadas. En estos difíciles momentos, expreso mis condolencias a los familiares que perdieron un ser querido. Mi oficina hace un llamado para que se evite la violencia y las partes involucradas privilegien el diálogo sobre la confrontación con el fin de prevenir la repetición de situaciones como las ocurridas”, dijo. Agregó que “cuando en una acción de protesta se presentan situaciones de violencia que ameritan recurrir, como último recurso, al uso de la fuerza, las autoridades deben sujetarse a los principios de razonabilidad y proporcionalidad”.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por su parte, envió a un grupo de visitadores especialistas en medicina forense, criminalística y sicología para levantar testimonios, recabar evidencias balísticas y todo lo necesario para su investigación, a fin de emitir en los próximos meses un informe sobre si exitieron o no violaciones graves a los derechos humanos en el incidente de Nochixtlán, ocurrido el 19 de junio.
La situación en la comunidad es de tensión permanente, los pobladores permanecen armados con palos y continúan bloqueando la supercarretera que comunica con la capital de Oaxaca; asimismo, los vehículos que fueron quemados durante el enfrentamiento continúan como barricada. Para dejar pasar un automóvil, los pobladores revisan los vehículos y si no son del lugar no se les permite el acceso.
El ánimo es el mismo cuando familiares de los fallecidos, pobladores y maestros se concentraron en la plaza central de Nochixtlán para dar el último adiós a Jesús Cadena Sánchez, el joven de 19 años quien perdió la vida durante el enfrentamiento.
Luego de lanzar consignas en el sentido de que los hechos no quedarán impunes y de que se tendrá que hacer justicia por los fallecidos el domingo pasado, Cadena Sánchez fue llevado en caravana al panteón local para darle sepultura.