Rosa Margarita Ortiz, quien denunció haber sido asaltada, golpeada y violada en un autobús de ETN, dijo que es mentira todo lo que indicó la empresa tras los hechos, pues afirmó que los sujetos que se subieron a la unidad jamás “encañonaron” al chofer.

Luego de que la mujer denunciara la agresión públicamente, , la empresa de transportes ETN emitió un comunicado, en el cual dio su versión del asalto y se dijo dispuesta a colaborar en las investigaciones del caso.

Entre otros puntos, detalló que la unidad salió a las 21:00 horas del 7 de junio de la Central del Norte de la Ciudad de México con destino a San Luis Potosí y que aproximadamente a las 22:15 horas, dos sujetos aparecieron tras pasar la caseta de Tepotzotlán.

Dijo que uno de los delincuentes se colocó frente al camión, amagó al chofer con una pistola y lo amenazó con disparar si no abría la puerta.

Además, comentó que el conductor de la unidad, identificado como Cruz López, manifestó que uno de los sujetos permaneció por alrededor de 20 minutos en el interior de la unidad, “y no pudo hacer nada, toda vez que estuvo 'encañonado' por el delincuente desde el inicio hasta el término del asalto”.

Sobre este tema, Rosa Margarita, esposa de un ex diputado local, dijo en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula que todo es mentira y es falso, pues los agresores nunca encañonaron al chofer.

En el video publicado en redes sociales la mujer incluso acusa al conductor de estar en contubernio con los agresores.

“En ningún momento encañonaron al chofer, jamás; nos encañonaron a nosotros. Es ilógico lo que dice ETN, que se le plantaron enfrente (del autobús), cómo se le iba a plantar adelante un delincuente enfrente de tantos vehículos (se registró mucho tránsito), con una pistola, y él obedientemente les abre la puerta, ¡por Dios señores!, él trae ahí un botón de emergencia...”, dijo la mujer esta mañana.

Ortiz agregó que incluso el chofer persuadió a los pasajeros de no presentar la denuncia, no se los dijo directamente, pero se los sugirió al decirles que se tendrían que regresar, que tardarían mucho presentando la denuncia, que ya todos estaban cansados y que querían llegar a sus casas.

Ella decidió no denunciar en ese momento porque estaba en shock, pero lo hizo el viernes pasado, tres días después de los hechos.

Acudió a Cuautitlán Izcalli, en el estado de México, donde estuvo desde las 7 de la noche hasta casi las 4 de la madrugada rindiendo su declaración y sometiéndose a los exámenes médicos correspondientes.

“Tuve que hacerlo, tenemos que denunciar, estoy sumamente indignada con esto que me pasó que cambió mi vida de la noche a la mañana”.

También dijo desconocer si todos los pasajeros vieron el momento de la agresión sexual, pues mientras ellos estaban en la parte trasera a ella la obligaron a ir al frente y casi estaba tirada en el suelo.

“¡Por qué me hicieron eso, yo hubiera querido que me molieran a golpes pero que no me violaran!”, expresó.

spb

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