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Chilpancingo.— En un terreno verdoso y con surcos al lado izquierdo de la entrada a San Jerónimo Palantla, una comunidad indígena nahua de Chilapa, se observa a dos mujeres con traje típico: faldón y blusa tableados de colores fosforescentes y holanes blancos, sembrando. Ese atuendo portaban las seis mujeres de un total de 13 asesinados oriundos del pueblo de apenas 500 personas, en los últimos 18 meses. Una de las razones, han revelado, el cultivo de amapola.
Son las 8:30 de la mañana. Y dos detalles destacan de la calle principal de San Jerónimo: 14 detenidos y policías comunitarios cubiertos del rostro con pasamontañas y paliacates. Portan rifles de caza, la mayoría con bases de madera. Es la primera actividad del grupo de 15 policías de la comunidad que este sábado se adhirieron a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).
Los 14 detenidos parecen golpeados, a uno le escurre un hilo de sangre de la cabeza, también son policías comunitarios, pero ellos se formalizaron como grupo de autodefensa de la CRAC en agosto de 2014 junto a comunidades de Zitlala y José Joaquín Herrera (Hueycantenango). Esta vez los acusan del asesinato de personas y serán llevados a reeducación, como se llama el castigo que equivaldría a la cárcel, en el sistema de justicia convencional.
Los detenidos fueron sacados de sus casas desde las 5 de la mañana. Están colocados en fila de frente a las tres camionetas tipo pick-up de la CRAC, donde hay unos 70 policías que vinieron armados desde Olinalá, que también pertenece a la casa de Justicia (comandancia) de Espino Blanco, Malinaltepec, en la Montaña alta; será el lugar de la reeducación. Están amarrados de las manos con lazos y son presentados a la prensa como asesinos.
Es un día activo en Chilapa, un municipio a una hora y media de la capital, territorio en disputa de dos grupos del narcotráfico, según la PGR: Los Ardillos y Los Rojos. A las 9:20 horas, en Xochitempa, otra comunidad nahua vecina a Palantla fue asesinado un poblador. El comisario de ese pueblo le dijo a reporteros de Chilapa que responsabilizaban del homicidio a los policías del grupo recién conformado, que antes fueron a casas de tres de los 14 detenidos que eran de allí.
El secretario general de Gobierno, Florencio Salazar, reconoció que se conformó un nuevo grupo de policías luego de que la organización Siempre Vivos exige la presentación con vida de al menos 60 desaparecidos desde 2012, y una ola de asesinatos que provocó en enero pasado la implementación de una estrategia federal contra la delincuencia organizada.
Pero descartó que hayan sido los policías de recién conformación los responsables del crimen, y añadió que la fiscalía ha identificado a tres presuntos responsables. Pidió respeto a la ley 701, que avala a los pueblos originarios a tener sus propios sistemas de impartir justicia.