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Decenas de músicos que fueron advertidos por la administración del presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, de que serían removidos de donde por décadas han ofrecido sus servicios, se manifestaron este miércoles en la sede del ayuntamiento, así como en las principales plazas del Centro Histórico de la capital michoacana.
Su forma de defender la labor que por años han realizado en la esquina que hacen las calles de Morelos Norte y Corregidora, fue a través de los acordes musicales de música vernácula.
Por al menos un par de horas, las agrupaciones musicales tocaron su mejor repertorio a fin de demostrar, señalaron, que su profesión no es deshonesta; “tampoco debemos nada, no somos criminales y solo nos dedicamos a trabajar”, dijo don Saúl, quien "rascaba" su guitarra.
Entre pieza y pieza llegaban los aplausos tanto de la población como de los trabajadores municipales y hasta funcionarios que se acercaban –desentonados- a cantar con ellos, pero por esta vez no conmovieron a los viejos y jóvenes músicos, ya que su finalidad era protestar con lo que saben hacer.
Estaban más atentos de no desafinar y una respuesta favorable a su petición de no ser removidos.
Argumentan incluso que una de las plazas públicas a donde la administración del alcalde “independiente” los quería mandar está infestada de prostitución. Se trata de la Plazuela de Carrillo, identificada como uno de los lugares donde se exhiben sexoservidoras y sexoservidores.
No obstante, la perseverancia de los diferentes mariachis rindió frutos y tras los amplios repertorios, en los que inclusive cantaron juntas todas las agrupaciones, escucharon al secretario del ayuntamiento, Jesús Ávalos Plata, quien finalmente les anunciaba que no serían quitados de su lugar.
¡Claro!... Sonaron las trompetas de alegría de los músicos; todavía se echaron las caminera, las del estribo y tocaron “Hermoso Cariño”, acompañados ahora del funcionario municipal, Ávalos Plata, que "sí cantó muy mal las rancheras", de acuerdo a las opiniones de los asistentes a esta protesta pacífica y musical, sin precedentes en la historia de la entidad.
afcl
