Dos pescadores colombianos pasaron 77 días a la deriva en una pequeña embarcación hasta que un buque atunero los encontró a mil 300 millas náuticas de las costas de Manzanillo, Colima; tras ser rescatados señalaron que con ellos viajaba otro compañero que no logró sobrevivir.
El 6 de febrero pasado, Milton Velazco Preciado (26 años), Fabio Hurtado Rosero (37 años) y Daniel Huaranda (32 años) salieron a pescar de la comunidad de Salahonda, en la costa sur de Colombia, pero en el trayecto la red se les fue a pique y decidieron tratar de recuperarla.
Tras varias horas de búsqueda sin éxito intentaron regresar a tierra, pero el combustible se agotó antes de que lograran llegar a una zona segura; la embarcación quedó a merced de las corrientes marinas que los arrastraron mar adentro hacia el norte.
Para sobrevivir, Milton y Fabio se alimentaron cazando algunas aves que se acercaban a la embarcación o capturando tortugas y algunos peces, pero Daniel se negaba a comer; a los 40 días de naufragio, ya muy débil, intentó ingerir alimento pero su cuerpo lo rechazaba y vomitaba sangre.
Según el relato de los náufragos, unos días después Daniel Huaranda murió por inanición y deshidratado.
Milton y Fabio mantuvieron consigo el cadáver de su compañero durante dos días esperando que la corriente los llevara a tierra o alguna embarcación los rescatara, pero el cuerpo comenzó a descomponerse rápidamente por el calor y tuvieron que arrojarlo al mar.
Algunas lluvias aisladas les permitieron colectar algo de agua que administraron con cuidado y cuando ésta se agotó, absorbíeron la poca humedad que se acumulaba en sus ropas durante la noche y la madrugada.
El 23 de abril los dos pescadores avistaron un buque de bandera mexicana, se trataba del barco atunero Oaxaca, que pescaba frente a las costas de Colima; según el capitán de esta nave, las corrientes arrastraban a los náufragos colombianos hacia Japón.
Para regresar a tierra Milton y Fabio debieron esperar seis días más a bordo del atunero, que emprendió el regreso hacia el puerto de Manzanillo, donde el 29 de abril personal del Instituto Nacional de Migración los auxilió.
Ambos fueron trasladados a Guadalajara, donde se les brindó alojamiento en tanto se establecía contacto con las autoridades de Colombia y se les brindó asistencia médica y psicológica; el delegado del INM en Jalisco, Ricardo Ariel Vera, indicó que ambos pescadores ya fueron recibidos por sus familiares en Colombia.