Activistas de la comunidad lésbico-gay se manifestaron en las afueras del Congreso del Estado para pedir a los diputados que se unan a la iniciativa presidencial que busca elevar a rango constitucional el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Encabezados por Rubí Araujo, la primera regidora transgénero de la capital, advirtieron que el reconocimiento del matrimonio igualitario no es un privilegio, sino una obligación del Estado en materia de respeto a los derechos humanos.
“Guanajuato ya no espera, el doble discurso no prospera”, corearon en las puertas del Poder Legislativo.
Los manifestantes entraron al Congreso en donde entregaron un pliego petitorio en el que solicitan a los legisladores que se apruebe la unión civil entre homosexuales y su derecho a la adopción, así como a la identidad de género.
También demandaron el acceso a la salud para las personas transexuales y respeto a las preferencias sexuales.
“Que los diputados locales (la mayoría panistas) y federales se unan a la iniciativa del presidente Peña de reforma al artículo cuarto constitucional y al Código Civil Federal”, demandaron.
En León, integrantes del colectivo Gay anunciaron que el 2 de julio participarán en la Décima Marcha por la Diversidad Sexual que partirá del Parque Hidalgo, en esta ocasión enarbolando el “Movimiento por la Igualdad”.
Ricardo Gallardo, defensor de los derechos de la comunidad Gay, destacó las acciones del movimiento en contra de la homofobia; se pronunció en contra de la discriminación que prevalece en el gobierno, el clero, en instituciones educativas y hasta en la familia.