Los militares que custodiaban al alcalde Cuauhtémoc Blanco desde enero pasado fueron reemplazados por elementos de la Policía Federal.
La sustitución de los 10 soldados y las dos unidades artilladas que lo acompañaron desde el 7 de enero pasado, fue realizada ayer por disposición del gobierno federal, dijo el edil.
A Blanco Bravo le asignaron escolta militar luego del asesinato de la presidenta municipal de Temixco, Gisela Mota Ocampo, el pasado 2 de enero.
El edil era acompañado por los militares a todos los lugares, incluso el campo de entrenamiento del equipo de futbol América, días antes de celebrarse su despedida de ese deporte en el Estadio Azteca.
Pero esta mañana los militares y sus unidades artilladas ya no lo escoltaron. En su lugar aparecieron cuatro elementos de la Policía Federal vestidos de civil, quienes viajan a bordo de una camioneta sin logotipos.
Blanco Bravo rechazó que el cambio obedezca a la presunta agresión de los militares en contra de manifestantes de la tercera edad que se presentó la semana pasada.
El acorazamiento militar ocurrió tras un enfrentamiento verbal con el gobernador Graco Ramírez por la imposición, por decreto, de la Policía del Mando Único en Cuernavaca. Horas después de que Blanco cedió al mandato gubernamental, el 7 de enero, el gobierno federal le asignó escolta y a cambio el edil acordó mantener la coordinación en materia de seguridad pública.
En un comunicado oficial el alcalde se reservó su derecho a vigilar de manera puntual que la coordinación entre los gobiernos federal, estatal y municipal se lleve a cabo.
El ex futbolista sepultó así la confrontación que tuvo con el gobernador Graco Ramírez desde el pasado 4 de enero, cuando el Mando Único ocupó la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Cuernavaca, así como otros 14 municipios del estado, por decreto gubernamental.