Yahir Alejandro lleva 134 días hospitalizado, es decir, más de cuatro meses, y es indefinida su estancia; tiene dos años nueve meses de edad; aún no habla, pero se expresa con una sonrisa intensa. El niño se ha acostumbrado a vivir entre médicos y enfermeras, y al cuidado de su abuela, quien dejó la comunidad indígena Misión de Chichimecas del municipio de San Luis de la Paz para estar al pendiente de su salud.

En tres ocasiones ha sido ingresado a terapia intensiva en el Hospital de Especialidades Pediátrico de León y ha superado cuatro cirugías en el intestino, “y ahora enfrenta un reto mayúsculo para la reconexión de su intestino, el próximo 16 de mayo”, mientras tanto un equipo multidisciplinario prepara todo para ese momento.

El secretario de Salud del estado, Ignacio Ortiz Aldana, explicó que el procedimiento consiste en la reconexión del intestino del paciente para que poco a poco reconozca el alimento.

Se le diagnosticó “abdomen congelado” y recibe alimentación parenteral (por las venas). La enfermedad le ocasionó una pérdida de peso y una regresión en su desarrollo.

La pediatra Fátima Montesino Guerra explicó que la evolución del niño ha sido complicada, pero va avanzando a pasos agigantados, se espera que con la reconexión de su intestino absorba con éxito los nutrientes.

SU JUGUETE FAVORITO

Yahir pasa la mitad del día en el área lúdica del hospital, le encanta jugar con la autopista; lo hace en compañía de su tío Aurelio o de su abuela materna Gisela Quevedo Ramírez; la otra parte del día es destinada para cambiarle el catéter por el que es alimentado.

Su madre padece epilepsia, lo que le impide atenderlo, y debe permanecer en una humilde vivienda ubicada en la parte alta de la comunidad Chichimeca, con su padre.

La abuela comentó que Yahir nació sano, pero el 18 de diciembre pasado, dos días después de que iniciaron las posadas, su nieto empezó con abundante flujo nasal por lo que acudió al Hospital General de San Luis de la Paz, donde determinaron canalizarlo al Hospital de Especialidades Pediátrico de León por presentar varias complicaciones.

El menor ingresó al hospital con un peso de seis kilogramos, en estado de desnutrición severa que no le permitía caminar y ahora pesa más de nueve kilos, comentó la nutrióloga Andrea Flores Boyoli.

Pediatras, gastroenterólogos, endocrinólogos, cardiólogos, intensivistas, cirujanos pediatras y nutriólogos le brindan atención. Se han enfocado a curarlo y establecer qué le afectó el intestino. Hay dos hipótesis: “una bacteria se le incrustó en el intestino”,o bien, “algo comió y le fragmentó el intestino”.

Gisela Quevedo recibe apoyo de la Secretaría de Salud y de una agrupación de voluntarios para sostenerse en esta ciudad, quienes le proporcionan un espacio para dormir, asearse y le brindan alimentos.

La abuela se muestra animosa y con fe de que su nieto se podrá recuperar, por la mejoría que presenta, recuerda que ingresó "muy malito" al hospital de especialidades y hoy le emociona verlo sonreír, “no sé cómo agradecer a todos los médicos que le han salvado la vida a mi nieto”, expresa.

La SSG señaló que el Seguro Popular protege a todos los menores de cinco años, como Yahir.

Estimó que a  la fecha ha destinado medio millón de pesos a la atención del pequeño. Tan sólo para su alimentación se erogan cerca de 2 mil 800 pesos diarios.

spb/ml

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