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Por primera vez en Cancún, mujeres que defienden los recursos naturales y los derechos de otras mujeres, se unirán en una sola voz para exigir un “ya basta” a la violencia contra la Madre Tierra y un freno a la violencia feminicida en Quintana Roo, en el marco de la Marcha Nacional contra las violencias machistas #24A, que se realizará de manera simultánea en diferentes entidades de la República Mexicana.
Con el lema “Vivas las queremos” y “Viva la queremos”, activistas dedicadas a la educación para la Paz, la prevención y combate de la violencia en contra de niñas y mujeres, así como ciudadanas y activistas que luchan por la conservación de ecosistemas de gran valor, como los manglares -hábitat de diversas especies de flora y fauna silvestre- desarrollarán diversas actividades el próximo domingo, desde las 13 horas, en Malecón Tajamar, que incluyen recolección de basura, ceremonias ancestrales y una movilización pacífica hasta Plaza de la Reforma, frente al Palacio Municipal.
En conferencia de prensa, Paola Feregrino, directora del Centro Integral de Atención a la Mujer Cancún (CIAM); Vanessa González Rizzo, representante del colectivo “Ni una Menos” y de “Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia”; Aracely Domínguez y Isabel Gozález Glennie, de “Salvemos Manglar Tajamar”, explicaron que las actividades se enmarcan en la Movilización Nacional contra Violencias Machistas #24A y la celebración del Día Mundial de la Tierra, que se conmemora el 22 de abril.
La marcha nacional busca visibilizar, cuestionar y denunciar todas las violencias ejercidas diariamente contra mujeres de todas las condiciones sociales, religiosas, económicas, edades, nacionalidades y de diversa orientación sexual, en todos los espacios públicos o privados.
“También es un reclamo contra la estructura política, económica y social que está solapando toda esta violencia: El Patriarcado”, expresó Paola Feregrino.
La movilización partirá a las 16 horas, de Malecón Tajamar, el 24 de abril próximo, por lo que se convocó a mujeres, niñas, jóvenes, hombres, asambleas, colectivos, organizaciones, empresas y sociedad civil en general, de todo el estado, para pronunciarse pacíficamente por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
Vanessa González subrayó que la participación de la sociedad y sobre todo de los estudiantes es fundamental, “porque tenemos que entender que no es necesario que haya otra Karen u otra María Fernanda para que salgamos a protestar; que no sea necesario que nos toquen a alguien para ser solidarias y solidarios”, dijo, con referencia a los feminicidios de la universitaria, registrado en noviembre pasado y el de la adolescente, en abril del 2015.
González Rizzo enfatizó que la movilización conjunta es laica y no está ligada con ningún movimiento político e invitó a las y los participantes a conformar un gran contingente que se haga escuchar como sociedad, a nivel local, pero también nacional.
“Ni una lucha aislada más. Día de la Tierra”
La activista, Aracely Domínguez, enfatizó que la mayoría de los movimientos sociales en México, para defender los derechos humanos, la Salud, la Seguridad, el Campo, la Libertad, los Recursos Naturales, entre otros, son encabezados por mujeres, mujeres que también se encuentran en riesgo al enfrentarse a intereses que amenazan las libertades y los derechos de las y los mexicanos.
Esta reflexión llevó a “Salvemos Manglar Tajamar”, que nació en julio del 2015 para defender un polígono de 78 hectáreas de manglares, selva y sabana, en la zona urbana de Cancún, a sumarse a la movilización nacional contra las violencias machistas, toda vez que la Madre Tierra, es mujer y es también, víctima de violencia.
“La Tierra es la principal mujer, es la mujer por excelencia; y lo mismo que está sucediendo con la violencia hacia las mujeres, está sucediendo con la violencia hacia la Madre Tierra y todo lo que en ella vive. Nos unimos porque no queremos que ningún movimiento se mantenga aislado, necesitamos estar todos juntos luchando por lo mismo
“El día 22 de abril se conmemora el Día de la Tierra desde 1970, un movimiento que surge de las bases en Estados Unidos, se organizan cerca de 20 millones de personas para decir ya basta a la destrucción de recursos naturales”, explicó.
Domínguez Rodríguez detalló que decidieron mover la celebración para el 24 de abril, día en que harán un “Rally de limpieza” en Malecón Tajamar para retirar la mayor cantidad de residuos sólidos del polígono.
Efectuarán una señal pidiendo la protección de Tajamar, que será videograbada con un dron y realizarán una ceremonia ancestral. A estas actividades se sumarán también los colectivos de “Ni una Menos” y el CIAM.
La suma de colectivos saldrá de Malecón Tajamar a las 16 horas para participar en la movilización conjunta.
“Marchamos con todas las mujeres, por las calles, llevando nuestro sonido, tocando el tambor de la Tierra para decir Ya Basta, porque Vivas nos Queremos y Viva la queremos.
“Es decir, todo lo que hacemos o se hace contra las mujeres, que también surge en un cambio que nosotras necesitamos hacer, porque nos toca educar a los varones, nosotras debemos enseñar a los varoncitos, a los niños, a respetar la dignidad de la vida y como seres humanos a las mujeres y a la Tierra, entonces todos juntos tendremos que hacer esta marcha para decir un Ya Basta, proteger la vida, la dignidad de todas las mujeres y de la Madre Tierra”, sostuvo.
Activistas hostigadas y perseguidas
Los riesgos a los que se han expuesto activistas que defienden los recursos naturales o los derechos humanos en pro del medioambiente y de las mujeres, son diversos y han quedado registrados en la historia local e incluso nacional.
En 2005 se dieron dos hechos inéditos en la vida de Quintana Roo. El primero, la tarde de un sábado 23 de abril, cuando agentes de la Procuraduría de Justicia del estado, aprehendieron y encarcelaron a Aracely Domínguez, presidenta del Grupo Ecologista del Mayab (GEMA), acusada por un empresario por difamación y calumnia.
La activista libró un par de años antes, una fuerte batalla para denunciar la suma de irregularidades cometidas en 2003, por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y la Dirección General de Vida Silvestre, para la ilegal importación de 28 de delfines provenientes de Islas Solomon, los cuales fueron introducidos a un delfinario en Cancún.
La orden de aprehensión en contra de Domínguez Rodríguez no fue la única. Habían de cumplimentarse una decena más, en contra de igual número de periodistas que dieron seguimiento al caso y a las denuncias hechas por la activista, por la presidenta de la Asociación Protectora de Animales, Sara Rincón y por otras organizaciones a nivel nacional, como el IFAW, que documentaron la ilegalidad de los permisos.
Pasado el mediodía del 16 de diciembre de 2005, la entonces directora del CIAM, Lydia Cacho Ribeiro, fue detenida por agentes de Puebla, arropados por la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo, quienes la condujeron de Cancún, por carretera, hacia aquel estado, acusada por difamación y calumnias en perjuicio del texilero Kamel Nacif.
La también periodista había denunciado en su libro “Los Demonios del Edén”, que el empresario era parte de un entramado de políticos, funcionarios y hombres de negocios, que conformaban una red de pornografía infantil, cuya cara visible era Jean Succar Kuri, actualmente preso y condenado a 113 años de cárcel. Desde entonces, la escritora y defensora de los derechos humanos ha enfrentado persecución y ataques mediáticos consistentes; incluso, el refugio de alta seguridad para víctimas de violencia extrema que operaba en Cancún, tuvo que cerrar sus puertas.
El caso más reciente lo vivieron ciudadanas y ciudadanos que defienden el Malecón Tajamar, quienes desde el 16 de enero pasado han sido hostigados, fotografiados y videograbados durante conferencias, reuniones o en las guardias de 24 horas para resguardar el polígono. Las guardias y el movimiento, está integrado en un 90 por ciento, por mujeres de diferentes edades.
Meses atrás, las activistas que pidieron la Alerta de Género para activar mecanismos de solución a la violencia feminicida, fueron calificadas por la autoridad gubernamental como "enemigos de Quintana Roo", por dañar "la imagen" de Cancún y del estado.
