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Las negociaciones entre la armadora automotriz KIA Motors y el gobierno de Nuevo León se encuentran atoradas, previo a la visita este sábado de la presidenta de Corea, Park Geun-hye, a nuestro país.
La empresa asiática reveló que desde hace dos semanas se suspendieron las pláticas para renegociar los términos del contrato, mientras que el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, insiste en que se cancelen las condiciones ventajosas para la armadora, que fueron pactadas en la administración de Rodrigo Medina.
La tensa situación entre las partes ocurre a un mes de que inicie la producción de la planta automotriz en Pesquería, municipio que vive una crisis en sus vialidades y que se espera incremente en la medida que se acerque la fecha de la inauguración.
El gobierno de El Bronco señala que el caos es producto de la falta de previsión de las anteriores autoridades y la carencia de recursos en la nueva gestión para construir conexiones por carretera y una vía de ferrocarril, por donde saldrá la mercancía de KIA Motors hacia Estados Unidos y Canadá.
Según la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedec), que encabeza Fernando Turner, el gobierno de Medina se comprometió a entregar estímulos equivalentes a 770 millones de dólares, además del otorgamiento de un terreno de 800 hectáreas y una inversión de mil 500 millones de pesos para labores de desmonte y nivelado del predio, así como la construcción de las edificaciones industriales.
Acordó también la exención del cobro del Impuesto Sobre Nóminas (ISN), obligó al municipio de Pesquería a exentar el cobro del predial por cinco años a la empresa, y se comprometió a pagar el ISR de los empleados de la armadora por el mismo lapso.
Aunque la empresa realiza en estos momentos pruebas en el lugar, algunas obras están inconclusas por falta de recursos o porque el gobierno estatal está en desacuerdo, como las vías del ferrocarril, una conexión carretera, un centro de capacitación y la construcción de un sistema de drenaje pluvial; en algunas zonas no tienen agua, drenaje y luz eléctrica.
Los desacuerdos incluyen que “el gobierno del estado deberá, una vez cada dos semanas durante la preparación y construcción del sitio del proyecto, proporcionar asistencia en helicóptero a KMC sin costo para tomar fotografías aéreas de los avances”.
De igual modo incluye cobrar una tarifa de servicios de agua y drenaje más baja que la aplicada a clientes industriales, y el estado se comprometió a costear la ceremonia de inauguración de la planta automotriz, que ya presenta un avance de 97%.
“No hay ruptura”. El pasado lunes distribuidores de KIA y el sindicato de la industria automotriz publicaron un desplegado dirigido al presidente Enrique Peña Nieto, al secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y al gobernador para que se concluyan las obras comprometidas en el contrato.
Ayer, KIA Motors de México indicó que no tienen conocimiento de que la Sedec de Nuevo León haya roto el convenio con la armadora.
El gerente de Relaciones Públicas de KIA, Víctor Alemán, dijo que las negociaciones se suspendieron hace dos semanas y están en espera de los resultados de la reunión entre la presidenta de Corea, Park Geun-hye, y Peña Nieto donde se tratará este tema.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Fernando Turner Dávila, secretario de Desarrollo Económico del gobierno de Nuevo León, rechazó que vayan a romper relaciones con la armadora, pero aceptó que están atoradas las pláticas para renegociar el contrato.
Dijo que mantendrán el diálogo para llegar a un acuerdo que disminuya el contrato ventajoso para la armadora.
Dijo que el gobernador acudirá, junto con empresarios de la entidad, a la comida-cena que ofrecerá el presidente Peña Nieto por la visita de su homóloga de Corea del Sur.
Detalló que en el gobierno local aprecian la contribución de la armadora coreana por los empleos que genera y su producción a Nuevo León.
“Para nada nos toca en el gobierno del estado negociar con gobiernos extranjeros, esta es una situación entre una empresa mexicana y una extranjera, que es KIA y el gobierno de Nuevo León, y así se va a quedar, pero de ninguna manera la pretensión es negociar con el gobierno de Corea, ni con la presidenta”, afirmó Turner.
El también empresario reconoció que las pláticas para renegociar el contrato con KIA no se encuentran en el mejor momento, e incluso están estancadas porque la empresa ya dejó de negociar con el gobierno local.
Reprochó que en los últimos meses han emprendido una campaña de medios en la que trata de desprestigiar al gobierno de Nuevo León.
“La campaña es muy clara, está en todos los medios. Es una campaña que en lugar de negociar como caballeros está tratando de presionar políticamente al gobierno de Nuevo León y al federal. Es una actitud excepcional de una empresa extranjera”, explicó el funcionario.
