El PRI y el PAN en el Congreso local demandaron al gobernador Jaime Rodríguez Calderón coordinarse con las autoridades municipales y federales, para revertir la escalada de violencia que se ha presentado en los últimos meses, y que se agudizó la madrugada del domingo con el asesinato de 11 personas en Apodaca y Ciudad Guadalupe.
Hasta la noche de ayer, las autoridades de la entidad no habían ofrecido más información sobre los avances de las investigaciones acerca de la masacre registrada en el fraccionamiento Valle San Miguel, Apodaca, salvo la identificación de siete de las nueve víctimas.
Elí Omar Alejo Lozano, de 30 años; Higinio Lopez Núñez, de 37; Roberto Carlos Rodríguez Martínez, de 21, y Francisco Rubio Rivas, de 22, todos con domicilio en la colonia privada Valle San Miguel.
Las otras tres personas identificadas son Javier García Pérez, de 39 años; José Ángel Rodríguez Trujillo, de 51, ambos vivían en otros sectores de Apodaca, y Jesús Alejandro Martínez Martínez, de 21, quien radicaba en Guadalupe.
Destacó que la mayoría, de acuerdo con sus familiares, tenían como ocupación albañil, mecánico y carpintero. La racha violenta continuó este lunes. Las autoridades reportaron el hallazgo del cadáver de un hombre que fue ultimado de al menos tres balazos.
Además, se informó que dos sujetos asaltaron machete en mano a pacientes, familiares y personal médico de la clínica 28 del Seguro Social, de la colonia Bernardo Reyes de Monterrey.
Asimismo, en la colonia Villa de San Miguel, de Ciudad Guadalupe, un grupo de hombres armados y que portaban vestimenta tipo militar y con el rostro cubierto con pasamontañas, robaron 30 mil pesos en un Oxxo. Presuntamente dejaron un mensaje con la leyenda: “El gobierno es más rata”.
Ante los hechos de violencia, el coordinador de la diputación local del PRI, Marco Antonio González Valdez, pidió al gobernador que “deje de ser candidato y se ponga a trabajar”. El líder de la bancada panista, Arturo Salinas Garza, demandó más coordinación y expuso que si continúan este tipo de hechos, las familias dejarán de divertirse.