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En medio de violentos disturbios, cerca de dos mil elementos de las fuerzas federales y estatales realizaron ayer un megaoperativo en la zona de Tierra Caliente, cuyo saldo fue de 12 detenidos en la colonia Cenobio Moreno del municipio de Apatzingán, además de 15 armas aseguradas y varias dosis de metanfetaminas.
A decir del gobierno del estado, el operativo sin precedentes atendió a la búsqueda y captura de objetivos criminales, sin que se haya revelado su identidad.
Sobre el tema, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, confirmó que los disturbios se originaron por detenciones a cargo de la Fiscalía estatal y la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
“Apoyamos en el tramo carretero, pero fue motivada por detenciones a cargo de instancias estatales”. Dicho operativo fue encabezado por los altos mandos de seguridad que conforman el Grupo de Coordinación Michoacán (SSP, PGJE, Sedena y PF), informaron fuentes oficiales.
Para evitar el avance policiaco, en diferentes puntos de nueve municipios de la entidad, donde operan grupos armados de ex autodefensas y criminales, los inconformes bloquearon brechas y carreteras. Para ello, incendiaron al menos 13 vehículos entre tráileres y camiones repartidores de mercancía, así como de carga, y también extendieron sus cierres en arterias viales de la zona colindante con el estado de Jalisco.
A la distancia, los convoyes del orden público sólo observaban y retaban a los manifestantes. A media tarde, la administración de Silvano Aureoles aseguraba que “todo estaba controlado y había regresado a la normalidad”. No fue así. Los pobladores de la Tierra Caliente cerraban desde la comunidad de El Terrero, municipio de Aguililla, hasta la colonia Cenobio Moreno, de Apatzingán y sus alrededores.
En el corazón de la Tierra Caliente se contabilizaron siete vehículos incendiados en los municipios de Apatzingán, Gabriel Zamora, Aguililla y Buenavista; en la región occidente, seis automotores ardían.
En esta zona, un grupo de personas encapuchadas ingresó a una agencia de autos del municipio de Sahuayo y prendió fuego a dos vehículos último modelo exhibidos para su venta. Otros sujetos más, incendiaron camiones de carga en Zamora, Jacona, Chilchota y Santiago Tangamandapio, con los que obstaculizaron el tránsito vehicular por varias horas.
El escenario se pintaba tenso. Por un lado resaltaban los colores verdes del Ejército mexicano y el blanco abundante de las camionetas de policías ministeriales; la Policía Federal se retiraba luego de varias horas, mientras los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal esperaban en una gasolinera su turno para incorporarse a las ya de por sí extensas caravanas.
Del otro lado del conflicto, terracalentanos se armaban con fusiles, pistolas, bombas molotov, machetes y palos para recibir a la nutrida caravana de elementos de seguridad. Había mujeres, niños, jóvenes, adultos y hasta personas de la tercera edad.
“De aquí no pasan”, gritaban a 100 metros de las autoridades, donde tenían atravesados vehículos de carga sobre la carretera Apatzingán-Aguililla, desde donde, vía radios y teléfonos satelitales, operaban sus movilizaciones con habitantes de otras poblaciones.
“Detuvieron a gente inocente, se metieron a nuestras casa, nos golpearon y nos robaron todo los pinches policías. Mejor que vayan por los verdaderos delincuentes, que los ministeriales bien saben quiénes son”, acusaba la madre dos detenidos [un hombre y una mujer].
“Digan lo que está pasando. Ustedes son los ojos de este conflicto ante la ciudadanía”, exigían los ministeriales, que con violencia se dirigían a los medios de comunicación.
En tanto, la Procuraduría General de Justicia (PGJE) del estado informaba, a través de sus comunicados, que los detenidos están relacionados en diversos hechos delictivos, por lo que serán presentados ante la autoridad competente.
Hasta las 10:30 de la noche de ayer, el ambiente continuaba tenso, ya que los pobladores habían extendido los bloqueos a por lo menos 10 comunidades más del corazón de la Tierra Caliente, al tiempo que se incrementaba la presencia de elementos del Ejército y de la Policía Ministerial, ubicados a menos de un kilómetro del punto principal de manifestantes.
Por su parte, el gobernador Silvano Aureoles advirtió que habrá cero tolerancia con todas las personas que anden armadas fuera de la ley, pues aseguró que éstos sólo se dedican a transgredir el marco legal e incluso a traficar estupefacientes, por lo que su mandato irá hasta las últimas consecuencias para detenerlos.
