Javier Fernández, el padre de la menor presuntamente atacada sexualmente por cuatro jóvenes en el estado mexicano de Veracruz, llamó hoy a la sociedad a conservar la calma y negó que acudiera a una reunión con los chicos y sus familiares armado y los amenazara para que estos se autoinculparan.

A raíz de la sobreexposición del caso en medios de comunicación y redes sociales, Fernández aclaró en entrevista con Efe que su única intención es que haya justicia para su hija Daphne y no pretende que "haya más violencia".

La joven fue presuntamente violada en enero del año pasado en el lujoso fraccionamiento de Costa de Oro de la zona turística de Veracruz-Boca del Río.

"No quiero absolutamente nada más que se haga justicia, yo no quiero violencia ni escalada en algo más, lo único que quiero es que las personas que cometieron delitos paguen por ello, al margen de eso esta familia quiere paz, tranquilidad y recobrar nuestras vidas", dijo.

La presunta violación de Daphne Fernández, de 17 años en el momento de los sucesos, por parte de cuatro jóvenes de familias adineradas ha indignado a México y generado encono en redes sociales y medios de comunicación.

En enero de 2015, Daphne fue presuntamente atacada sexualmente por los universitarios Enrique Capitaine, Jorge Cotaita, Diego Cruz y Gerardo Rodríguez, cuyos rostros fueron difundidos en imágenes y videos por el padre de la menor de edad ante la falta de respuesta de las autoridades ministeriales.

El caso lleva semanas en la opinión pública e incluso los familiares de los jóvenes señalados han denunciado que recibieron amenazas en su contra.

A su vez, las autoridades ministeriales han asegurado que no responderán a presiones mediáticas para resolver el caso.

"Llevó meses estar esperando para que consignen y hasta ahorita no y lo único que me queda es a que haya algo oficial, porque efectivamente ha habido mucha información incluso aterrorizante, ha habido cosas infernales", admitió Javier Fernández.

El hombre confesó que jamás se imaginó que su carta pública para denunciar la falta de resultados en la denuncia que interpuso fuera a generar tal controversia nacional e internacional.
Reprobó las amenazas de violencia contra los presuntos responsables, pues insistió que su único objetivo es que se les castigue conforme a la ley.

Rechazó que grabara a los cuatro jóvenes ofreciendo disculpas a su hija por lo sucedido bajo amenazas y armado, como denunciaron hoy los padres de familia de los señalados.

"Es absurdo, cínico, inmoral, fue el 28 de abril cuando hice los videos, y me pregunto quiénes hubieran regresado al otro día con sus esposas si yo hubiera estado armado como dicen. Es absurdo decir que yo estaba armado", aclaró.

Ambas partes mantuvieron dos reuniones el 28 y el 29 de abril de 2015.

En el primer encuentro, los jóvenes se autoinculpan ante cámara del delito.

Según explicó el padre con anterioridad, en esa reunión se buscó que los presuntos agresores se disculparan en video por las acciones cometidas, se mantuvieran alejados de la joven y asistieran a terapia.

El fiscal general de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, aseguró que la sobreexposición de algunos tiene su efecto positivo, pero es más notorio su "muy, muy negativo".

El funcionario estatal reconoció que muchas veces por lo que se genera en redes sociales han llegado a tener la posibilidad de enmendar algo que iba mal y también lograr éxitos de investigación al allegarse de información por esa vía.

Pero, por el contrario, dijo que es sumamente grave cuando se publicitan escenarios donde pudiera estar una persona secuestrada, pues su vida se pone en grave riesgo; también cuando se publicita un caso que está por definirse porque les complica una posible detención.

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