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Con su hijo recién nacido en el regazo, Karen Paola Moreno, de 17 años de edad, se recupera del parto de su primer hijo. Pese a haber contraído zika, el recién nacido fue declarado “clínicamente sano”.
A los 8 meses del embarazo, Karen Paola, estudiante de preparatoria, enfermó de zika en la comunidad El Carmen, en Pijijiapan, un municipio ubicado en la costa de Chiapas, donde la temperatura alcanza los 40 grados.
Cuando supo que la enfermedad era zika, la joven acudió angustiada a la clínica de la comunidad y desde ese momento fue monitoreada constantemente por el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Al siguiente mes, los médicos le dijeron que el parto debía realizarse en el hospital regional Gilberto Gómez Maza, en Tuxtla Gutiérrez.
Erik Bernardo fue llamado el niño que nació de parto normal el pasado 21 de febrero en Tuxtla Gutiérrez, a 230 kilómetros de su comunidad. Pesó 2 kilos 800 gramos, fue valorado por médicos del área de pediatría; el jueves pasado le hicieron otros estudios, pero la vigilancia seguirá durante los primeros años de vida.
Karen Paola conoció a su esposo Aldair Espinosa, de 18 años, cuando estudiaba en la escuela preparatoria.
A Karen Paola, los síntomas de la enfermedad sólo le duraron un día, suficiente para que la Secretaría de Salud tomara muestras de sangre y ultrasonidos para medir la cabeza de su hijo, fue cuando supo que el producto “estaba bien”. Los médicos detallaron que el virus del zika no dañó al feto, pues “ya estaba bien formado”.
En El Carmen, comunidad de mil 600 habitantes, las colonias de moscos atacan a sus moradores por la tarde y madrugada, pero desde hace un mes que Karen Paola enfermó de zika, instaló un pabellón en su cama para dormir sin que la molesten los insectos.
En la casa donde viven los primerizos padres, ocho personas han sido contagiadas con zika. El único que se ha librado del contagio es Erik Bernardo, el recién nacido.
150 días con zika. Este mes se cumplen más de 150 días de la llegada del zika a Chiapas, y aunque el SNS aplicó desde entonces el protocolo para el manejo de la enfermedad y priorizar la vigilancia de mujeres embarazadas contagiadas con el virus, los enfermos se cuentan por decenas.
Sin pruebas de laboratorio en la mano, los lugareños saben que la nueva enfermedad que provoca salpullido, enrojecimiento de ojos, temperaturas de 38 grados, dolor en coyunturas es zika, porque la chinkungunya los doblegó casi con los mismos síntomas, sólo que por más de 15 días.
Más al sur de Pijijiapan, cerca de la frontera de Guatemala, los enfermos que no tienen acceso a medicinas ni médicos alivian las molestias de este mal, con antigripales, remedios caseros, tés o incluso manteca de cerdo, que se untan en el cuerpo.
Las nubes de moscos invaden los hogares al caer la tarde y en el amanecer; los lugareños saben distinguir al Aedes aegypti, de otras especies, por su tonalidad y tamaño, pero ante la falta de brigadistas, combaten el mosco con aspersores que cuelgan a la espalda para rociar insecticidas.
De Playa Linda a El Pensamiento, Tinajas 3ª sección, Tinajas 4ª sección, Cantón Bodegas, ubicadas sobre la vía que enlaza a Ciudad Hidalgo, los habitantes aseguran que el número de enfermos se ha mantenido “estable”, pero temen que una vez que llegue la temporada de calor haya un repunte.
En Playa Linda, el dueño de restaurante cuenta que en noviembre aparecieron los primeros casos de zika, pero desde entonces, aseguran a este diario, ninguna brigada del sector salud ha llegado a visitarlos para darles medicamentos o para realizar labores de fumigación en la zona.
Otros pobladores nada han hecho para contrarrestar el mosco en sus hogares, pero tampoco toman medidas para protegerse de los piquetes, como ocurre con Jenny, de 16 años de edad, de la colonia Octavio Paz, que nunca había escuchado hablar del zika, menos de la microcefalia en los niños de madres que sufrieron la enfermedad.
El pasado 21 de febrero, la joven tuvo una cita en un consultorio particular, en el centro de Tapachula, donde supo que su bebé está bien, pero el médico no le pidió que extremara cuidados contra el mosco; unas personas le sugirieron que usara pabellón para protegerse. A las cuatro mujeres que contrajeron zika durante el embarazo y que son monitoreadas constantemente por el SNS, no se les ha detectado ningún problema.
En comunidades, cantones y ranchos que colindan con plantíos de banano entre los límites de Tapachula y Ciudad Hidalgo, hay cientos de casos de zika.
“Antier, Angelito, quien vive por ese mangal, tuvo temperatura. En esta zona hay muchos casos”, dice una mujer de Tinajas, donde no han llegado médicos, pero sí policías estatales para instalar retenes en la carretera.