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Comunidades zoques del norte de Chiapas conmemoran hoy 24 años de la erupción del volcán Chichonal, cuya actividad telúrica es reportada en niveles de normalidad por el Sistema Estatal de Protección Civil .
A más de dos décadas del suceso, las autoridades preventivas, de acuerdo con el código de alerta volcánica del Centro Nacional de Prevención de Desastres, indicaron que El Chichonal se encuentra en el nivel verde, es decir, en estado de normalidad; “presenta un período de reposo o quietud”, enfatizaron.
El Sistema Estatal de Protección Civil informó que dispone de un centro de monitoreo vulcanológico y sismológico, que transmite información las 24 horas sobre la actividad del Chichonal así como del volcán Tacaná, en la región fronteriza del estado.
Además del monitoreo y orientación de los comités de prevención y participación ciudadana en las inmediaciones del Chichonal, aunado a los planes operativos para situaciones contingentes.
Protección Civil refirió que la erupción del volcán el 28 de marzo de 1982 “arrasó y cubrió con flujos piroclásticos” (materiales y gases calientes) el poblado de Francisco León, a cinco kilómetros del cono, donde “sepultó” a más de dos mil lugareños
En las poblaciones vecinas de Ostuacán y Chapultenango, rocas incandescentes de 15 centímetros de diámetro atravesaron y colapsaron techos de viviendas.
Los zoques recuerdan el suceso trágico, a sus muertos, y evocan la leyenda de La Piogba-Chuwe (La mujer que arde), “la dueña del volcán”.
En estas fechas lugareños azotados por la fase eruptiva del 28 de marzo, que continuó el 2, 3 y 4 de abril de 1982, peregrinan al cráter volcánico donde rememoran a las dos mil personas que murieron esos días.
A 24 años de la manifestación de El Chichonal la leyenda de La Piogba-Chuwe recorre la zona zoque.
Los pobladores afirman que la Piogba-Chuwe habita el volcán “desde que los antiguos zoques la corrieron y la quisieron matar”. Su espíritu quedó guardado en El Chichonal, de ahí tomó venganza contra la descendencia de Chapultenango y Francisco León arrojándoles piedras, cenizas y lava; recuerdan.
msl
