El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Juchitán, Juan Gilberto Prado Ramírez, calificó como “alarmante” el anuncio de Walmart de México y Centroamérica sobre el cierre de su tienda Bodega Aurrera en esta ciudad por causa de las protestas de un grupo de ciudadanos.

“Es una noticia crítica, es noticia alarmante que este tipo de situaciones se den en nuestra región, porque con esto hacemos que las inversiones se vayan”, expresó.

El pasado martes, un grupo de personas cerró la tienda Bodega Aurrera en Juchitán para demandar la indemnización de una empleada despedida, lo que provocó la reacción de Antonio Ocaranza, director de Comunicación Corporativa de la tienda.

En un comunicado, Walmart de México y Centroamérica informó que durante la protesta, 69 de sus trabajadores quedaron retenidos en el interior de la tienda, por lo que advirtió que no abrirá la tienda departamental Bodega Aurrera en Juchitán hasta que no existan las condiciones de seguridad para sus empleados y para la misma empresa.

Al respecto, Juan Gilberto Prado, presidente de la CANACO indicó que independientemente que las demandas de los manifestantes estén apegadas a derecho, cerrar una tienda y encerrar a los trabajadores, no es la forma viable para llegar a una negociación.

“Desconozco si estén apegadas a derecho las demandas que hace la clase trabajadora porque si es correcto, que sean de manera justa atendidas, pero no son los canales, ni los medios, ni la manera, ni las formas de retener, tanto a personas, trabajadoras de la misma empresa y a clientes, porque eso genera una incertidumbre total”, expresó el empresario.

Dijo desconocer el monto de la pérdida que podría haber generado la tienda departamental de Bodega Aurrera con el cierre del martes en Juchitán, “pero definitivamente deben de ser números mayores, y ayudan al movimiento (económico) en nuestra región“.

Prado Ramírez apuntó que desafortunadamente en la región del Istmo no se apegan a derecho las demandas laborales, y generalmente las organizaciones sociales buscan bajo este tipo de manifestaciones adoptadas como “usos y costumbres” ejercer presión a las empresas, en vez de buscar las Instituciones adecuadas para exigir la atención de sus demandas.

“Van unas personas y se manifiestan en los negocios, en las empresas, y si no llegan a ni un acuerdo, cierran. Tenemos las Instituciones donde se pueden hacer este tipo de demandas y llegar a un acuerdo y poder seguir caminando”.

Lamentablemente, esto ahuyenta la inversión, -agregó- “nos ponen un sello a nuestra región y a nuestro estado, que dicen que somos complicados, cuando somos más, pero muchos más los que queremos el desarrollo y progreso para nuestra región”.

Juan Gilberto Prado puso como ejemplo empresas como Coca Cola, y Sabritas, que han preferido cerrar sus puertas y establecerse en otro lugar porque no soportaron las presiones de las organizaciones sociales y sus protestas “por cuestiones laborales”.

Hizo un llamado enérgico a las autoridades “para que se pongan a hacer su trabajo” y atiendan este tipo de situaciones, que sean el vínculo entre las personas que demandan y las empresas.

“Las demandas no dudo que sean genuinas, no sé si del todo veraces, pero definitivamente las personas cuando se manifiestan es porque no están siendo atendidas, por es necesario que sean atendidas, pero apegado a la Ley, para que la inversión siga fluyendo y los empleos se sigan generando”, puntualizó.

cfe

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