Aunque el gobierno de Quintana Roo declaró al estado, libre de riesgos o casos de Zika, informó que se mantienen en alerta preventiva, lo que implica que la Secretaría de Salud (SESA), ha dispuesto las medidas que marcan protocolos nacionales e internacionales para evitar que se registren contagios.
El secretario de Salud, Juan Ortegón Pacheco, indicó que el Centro Nacional de Programas Preventivos y control de Enfermedades (Cenaprece) emitió el 18 de enero una “Declaratoria de Emergencia Epidemiológica EE-1-2016”, para todas las entidades federativas del país, ante la presencia del virus del Zika.
El objetivo de la Declaratoria es –dijo- fortalecer y reforzar las acciones de atención y manejo clínico, prevención, promoción y control, a fin de reducir el impacto de la enfermedad entre la población, con énfasis en las mujeres embarazadas.
Las medidas recomendadas son de carácter preventivo ante la alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Estos protocolos son procedimientos obligados para que las instituciones de salud ejecuten o pongan en marcha las medidas preventivas que correspondan; no es de ninguna manera una alerta epidemiológica y mucho menos está dirigida exclusivamente a Quintana Roo”, subrayó.
A nivel estatal el combate a la proliferación del mosco Aedes Aegypti –que transmite el dengue, el chikungunya y el zika- participan 448 trabajadores del área de Vectores, apoyados por 57 vehículos, 52máquinas ULV, 102 motomochilas, 35 termonebulizadoras, 12 bombas aspersoras manuales y 26 bombas Hudson.
Este martes en Playa del Carmen, municipio de Solidaridad, se instaló el comité municipal de seguridad en salud, para reforzar las medidas preventivas ante enfermedades transmitidas por vectores.
La reunión fue de carácter extraordinario y se abordaron las acciones a realizar para prevenir el dengue, el chikungunya y el zika, así como la detención oportuna de pacientes con síndromes febriles para practicarles estudios que permitan confirmar o descartar esas enfermedades.
Una de las recomendaciones a las y los pobladores consiste en revisar una vez a la semana –por lo menos- los patios y azoteas, buscando la presencia de recipientes que pueden servir como criaderos del mosquito transmisor de alguno de los tres virus. En caso de hallar tinas, cubetas, pailas, cisternas o tanques, tendrán que vaciarlos y, en su caso, llenarlos, para después cubrirlos.
Ante la presencia de fiebre, malestar general, dolor de huesos, articulaciones e incluso erupciones, las personas deben acudir a la unidad de Salud más cercana a su domicilio. La Secretaría hace énfasis en evitar automedicarse y optar por la valoración médica, que puede incluir estudios de laboratorio para completar el diagnóstico.
De acuerdo con la OMS, entre los síntomas del Zika se ubican la fiebre elevada, erupciones en la piel y conjuntivitis, con duración de entre 2 y 7 días. Hasta el momento no existen vacunas, ni tratamientos para esa enfermedad.
El virus de Zika es emergente y se transmite por la picadura de un mosquito, el Aedes Aegypti; se identificó por primera vez en Uganda. En 1947 se detectó en primates de la India, a través de una red de monitoreo de la fiebre amarilla selvática y luego, en 1952, se ubicó en el ser humano, en Tanzania y Uganda. Se han registrado brotes en África, América, Asia y el Pacífico.
jram