Más Información
SCJN determina que prohibir consumo de alimentos y bebidas en zonas exclusivas para fumar es ilegal tras análisis de amparo
INAI da recomendaciones para evitar robo de identidad y fraudes; pide ser cuidadoso en redes sociales
Activistas de Cancún, vestidas de negro, se declararon en “luto nacional” por la tala de manglares en México.
Asimismo, presentaron ante la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en Quintana Roo, 916 denuncias populares en las que igual número de ciudadanos exigen la revocación de permisos para el “Malecón Tajamar”, pues acusaron falsedad de información con que fue obtenida la autorización de impacto ambiental.
“Con base en las declaraciones del procurador Guillermo Haro Belchez, le solicitamos la inmediata revocación de la autorización de impacto ambiental de 2005 al proyecto Malecón Cancún, conocido como Malecón Tajamar, porque la información fue manipulada y falsa sobre las condiciones reales del ecosistema de humedal en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
“También por el incumplimiento de las condicionantes de reubicación de fauna; por el relleno de algunas zonas, como primer paso a la construcción en los lotes privados, sin tener una MIA que ampare esa etapa”, explicó Aracely Domínguez, integrante del movimiento “Salvemos Manglar Tajamar”.
Acompañada por otros ciudadanos, declarados también en “luto”, Domínguez Rodríguez declaró que este 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales, “no hay nada que celebrar; estamos de luto nacional”.
Advirtió que tan sólo en Quintana Roo las zonas de manglares en riesgo ante proyectos que dañan estos ecosistemas, se encuentran Costa Maya, en el sur del estado; “la Milla de Oro”, en Puerto Morelos; la isla de Holbox, Cozumel, Isla Mujeres y Punta Nizuc, en la tercera etapa de la zona hotelera de Cancún, en donde la Semarnat autorizó al Grupo Riu el impacto ambiental y cambio de uso de suelo en terrenos forestales para su quinto hotel en este centro vacacional.
En el caso de “Malecón Tajamar”, la ambientalista detalló que la MIA y el cambio de uso de suelo en terrenos forestales, obtenidos por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), fueron la base para que los particulares que compraron predios en el polígono de 78.4 hectáreas tramitaran y consiguieran la autorización de chapeo y desmonte de la Dirección municipal de Ecología.
Subrayó que el reciente dictamen de la Profepa confirma que la información aportada por el Fonatur para conseguir la autorización de impacto ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en julio de 2005, fue falsa.
Fonatur dijo a la Secretaría que la integridad del ecosistema de manglar no se vería afectado, toda vez que éste se encuentra en la zona poniente del Sistema Lagunar Nichupté en una superficie de tres mil 512 hectáreas, en tanto que el predio del proyecto se encuentra “aislado de dicho ecosistema”.
“Lo anterior contradice la versión de la Profepa, que comunicó que la superficie finalmente autorizada fue de 74.2 hectáreas, de las cuales en 49.1 hectáreas se llevaría a cabo la remoción de vegetación hidrófilo (manglar, sabana y graminoides), selva baja caducifolio y secundario”, manifestó.
“Malecón Tajamar” sí es un humedal
En 2005, la Semarnat determinó que el polígono –que Fonatur dijo que abarcaba 58.76 hectáreas, pero tres años después pidió que se corrigiera hasta abarcar 74.2- no contaba con características y funcionalidades que lo clasificaran como humedal, conforme a lo que define la Norma Oficial Mexicana 022.
“Salvemos Malecón Tajamar denuncia que Semarnat determina equivocadamente la zona de manglares, haciendo una descripción incompleta. La descripción que leemos en el Programa de Rescate de Flora y Fauna de 2006 es de un humedal, como lo indica la NOM 022, entendido como ‘unidades hidrológicas integrales que contengan comunidades vegetales de manglares’”, indicó.
Citando la Ley de Aguas Nacionales que define un Humedal como zona de transición entre sistemas acuáticos y terrestres, que constituyen áreas de inundación temporal o permanente, sujetas o no a la influencia de mareas, como pantanos, ciénegas y marinas, con vegetación hidrófila de presencia permanente o estacional, donde el suelo es predominantemente hídrico, “la conclusión es que Malecón Tajamar es un humedal, aunque lo niegue la Profepa”.
Programa de rescate hecho 10 años antes
Una de las violaciones al resolutivo mediante el cual la Semarnat autorizó el proyecto “Malecón Tajamar” fue el Rescate de Flora y Fauna que, según la Profepa “no se completó” y que motivó que abriera un procedimiento administrativo contra el Fonatur.
Pero no sólo el rescate fue incompleto, sino que el programa se presentó 10 años antes de que se ejecutara la devastación de manglares y selvas en las 22 hectáreas del polígono, el 16 y 17 de enero pasado, acusó.
“De manera irresponsable la Semarnat da por bueno un programa de Rescate de Flora y Fauna elaborado por la Universidad Autónoma de Yucatán en 2006, mediante la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, como si se hubiera hecho en 2016, como si la flora y la fauna no fueran entes dinámicos".
“Calificamos como absurdo, poco profesional, poco ético e ilegal de parte de Fonatur, que luego de 10 años no se haya hecho una revaloración de ese programa para reconfirmar la existencia o no de animales, cuatro de ellos clasificados en la NOM 059, incumpliendo con una de las condicionantes del resolutivo”, remarcó.
msl