Desde el 12 de febrero, mochila en hombros, Juan y Valdemar deambulan por las calles del Centro de San Cristóbal de las Casas. No tienen dinero para seguir su travesía hacia Estados Unidos; pero sin planearlo ahora su andar lo hacen con la bendición del Papa Francisco.
"Ni con la bendición del Papa lo intentaré por el momento porque no tengo para el pasaje", dice Juan desde una banca cerca de la Catedral.
Son dos jóvenes indocumentados de 25 y 24 años de edad, originarios del Departamento de Huehuetenango, Guatemala, que vieron frustrado su sueño de cruzar todo México porque el pollero los dejó y despojó de su dinero.
Su desgracia se convirtió en la oportunidad de ver de cerca al jefe del Estado Vaticano y en una parte de las vallas recibir la bendición multitudinaria del Papa.
Aunque no saben para cuándo, prepararán su siguiente travesía y están seguros que con la bendición del Obispo de Roma lo podrán lograr.
Con dos mudas de ropa y una mochila -lo que les dejó el pollero- caminan y caminan pidiendo ayuda económica, principalmente a turistas, para juntar 800 pesos cada uno y regresar a casa con sus padres.
Dejaron familia, novia y el campo de donde obtenían poca paga que no ayuda en nada a cumplir su ilusión: casarse y ofrecer una mejor vida a su mujer.
"Tenemos cinco días que llegamos a San Cristóbal de las Casas con el fin de llegar a Estados Unidos, pero el pollero nos engañó. Nos dejó y se llevó mi dinero, 20 mil pesos", comenta Juan Gómez Hernández mientras camina cerca de la Catedral.
Sentado en una banca el joven indocumentado comenta lo mejor es regresar a su país, ver a sus padres y a su novia Yuri.
"Ya aguantamos hambre y sed; no tenemos paga para seguir el camino por eso buscamos regresar a Guatemala", dice.
Tiene sentimientos encontrados pues no pudo cumplir su meta y está endeudado, pero por otro lado vio a Francisco.
"Trabajamos del campo, sembramos frijol y maíz pero en diciembre se secó todo porque casi no llovió, por eso decidimos ir lejos. Entramos en un crédito para poder cruzar la frontera hasta Estados Unidos, no pudimos y ahora ya lo debemos", lamenta mientras sigue buscando que alguien le de monedas.
-Mi novia Yuri se quedó triste porque cuando uno se va para allá es por años. Yo le dije, déjame ir y cuando regrese nos vamos a casar- dice entre emocionado, triste y preocupado por su situación.
Por momentos olvida el momento amargo y recuerda lo que sucedió el lunes.
"Estábamos por allá, en las vallas, lo vimos y sentimos gozo, alegría. Estamos contentos de tener la bendición del Papa. Regresamos a Guatemala, a lo mejor hay un plan de Dios sobre nosotros, quizá lo intentemos otra vez pero por nuestra cuenta, sin pollero porque sólo engañan", asegura.
En la misma plática Valdemar Martín Gómez expresa su alegría por ver a Francisco, una experiencia inigualable...pero regresa el recuerdo del pollero y pide dinero.
"Nos dejó tirado el pollero, nos quitó todo el dinero y no tenemos ni un quinto en la bolsa para regresar. En Guatemala no hay oportunidades porque no tenemos estudios, por eso decidimos irnos a Estados Unidos", señala.
Al igual que su compañero, tiene novia. Es Mari y también tienen planes de boda pero antes la construcción de una casita.
Por el momento llevan cien pesos, sólo faltan mil 500 para regresar a casa. Caminan, piden ayuda pero muy pocos creen su historia.